Todo lo que necesitas saber sobre los genocidios del siglo XX

“DE AUSCHWITZ A LA ESMA.

LA FILOSOFÍA ANTE LOS GENOCIDIOS”

MARTYNIUK CLAUDIO

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PICASSO, JUAN MANUEL

INTRODUCCIÓN A UNA OBRA DIFERENTE

Interesante propuesta, o mejor dicho enriquecedor desafío el realizar un trabajo donde pueda reflejar las atrocidades perpetradas por el nazismo en lo que fue llamado el Genocidio Judío.

Tuve la suerte de que me recomendaran la espléndida obra de Daniel Muchnik “Todo lo que necesitas saber sobre los genocidios del siglo XX”. Muchnik es un autor de primerísimo nivel que narra, sin perder de vista nuestro presente siglo XXI ni tampoco el futuro que tenemos por delante, todo lo que necesitamos saber sobre los ¿genocidios? del siglo XX. Nosotros, por una cuestión de tiempo, espacio, y la temática que nos compete, nos centraremos en lo acontecido durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Crímenes contra la humanidad? ¿crímenes de guerra? ¿genocidios? Bueno, esa es una cuestión que resolveremos más adelante, lo cierto es que, con sus palabras que viajan por el tiempo, Daniel Muchnik busca, a partir del conocimiento de la historia, asegurar un futuro diferente que no permita que estas calamidades vuelvan a suceder nunca más, como si sus palabras fueran una plegaria para que seamos capaces de reaccionar ante la primera muestra de inhumanidad.

“Desde el origen, el hombre ha matado a sus semejantes. Primero para sobrevivir, luego por ambición, por la conquista de nuevos territorios o por enemistad, siempre necesitó de guerras y masacres. Pero la Segunda Guerra Mundial abrió un nuevo capitulo en la historia: puso en evidencia la posibilidad cierta del exterminio de la raza humana.”

Así comienza Daniel Muchnik su capítulo primero, en el cual intenta aclarar una de las cuestiones mencionadas anteriormente, definir o mas bien detallar como se fue definiendo el termino a estos crímenes de tal barbarie, a estos crímenes sin nombre. Justamente “crimen sin nombre” fue la expresión utilizada, en 1944, por el primer ministro inglés Winston Churchill al referirse al desastre que produjo el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Pese a esta tipología empleada, estaba claro que no alcanzaba para nombrar lo sucedido. Es en 1945, en el Acuerdo o Carta de Londres -que había establecido las bases del Tribunal de Núremberg, destinado a dictar sentencia a los responsables del Tercer Reich- donde se habla de “crimen contra la humanidad”. El significado de “crimen de guerra” es, hasta ahora, el menos controvertido y por eso mismo fue utilizado en varias oportunidades. Mas compleja resultaba la delimitación de los “crímenes contra la humanidad”, acciones de muerte contra la población civil y persecuciones religiosas, raciales y políticas. Fue Raphael Lemkin, reconocido jurista polaco, en 1944 el primero en usar el termino “genocidio” para nombrar lo que hasta entonces era un “crimen sin nombre”, el abogado polaco introdujo dicha expresión, desconocida hasta entonces, que surgía a partir de la palabra griega genos, “raza”, “pueblo”, y el sufijo latino cide, “matar”. De acuerdo con la definición, el “genocidio” es un delito sin fronteras y comprende “cualquiera de los actos perpetrados en tiempo de paz o de guerra con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”, en pocas palabras el término proviene del griego y significa etimológicamente “matar a un pueblo”.

Si bien los jueces no aplicaron el termino en la sentencia final, si fue incluido en las acusaciones de los fiscales que representaban a los países aliados en la Segunda Guerra en el juicio de Núremberg, en 1948.

Es de importancia hacer mención a dos términos muy utilizados en la actualidad. Las fechas que van de 1939 a 1945 son reconocidas como “Holocausto”, esta es una expresión griega que significa “todo quemado” y que alude a un tipo de sacrificio, como el que los judíos de la antigüedad lejana ofrecían a Dios, en el que un animal quedaba consumido por el fuego. Por otra parte, las matanzas de seis millones de judíos fueros definidas como “Shoá”, vocablo hebreo que en el Antiguo Testamento se traduce como “calamidad”, “destrucción” o “ruina”, y que, teniendo en cuenta cada una de las definiciones, resulta mas apropiada que la calificación “Holocausto”.

“Entonces nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabra para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intuición casi profética, se nos ha revelado la realidad: hemos llegado al fondo”

-Primo Levi

EL GENOCIDIO JUDÍO

El odio a “lo judío”

Cien años antes del nacimiento de Adolf Hitler, en un proceso creciente del nacionalismo alemán, los judíos fueron acusados de todos los males que padecía ese heterogéneo sector de Europa. Esta opresión a la minoría judía, sin embargo, ya llevaba siglos inserta en Alemania y en gran parte del Viejo Continente. El odio se expresaba de mil maneras.

El antisemitismo proviene de los primeros tiempos de la Edad Media y de antes también, cuando la Iglesia Católica difundió el supuesto deicidio de los judíos: “Los judíos mataron a Cristo”, aseveración que todavía hoy se mantiene en los sectores más retrógrados.

Siglos después surgieron los prejuicios lapidarios, aquellos que tenían que ver con las grandes tragedias, como las pestes, que al comienzo del siglo XIV mataron a un tercio de la población total de Europa. Los judíos se asociaban con los diablos y las brujas, con todo lo malo.

Victima de la ignorancia, pero también de los grandes miedos en aquellas épocas de oscuridad, la gente encontró en la muerte del judío una venganza para canalizar los pesares y limitaciones de su vida. El tema central del odio al judío estaba en la tesis de que existía un desmesurado y amenazador “poder judío”, agazapado en edificios, arboles, ciudades dispuestos a adueñarse de todo.

En el caso alemán, el antisemitismo se convirtió en la política oficial del gobierno y del Partido Nazi, dominante en el Tercer Reich.

El affaire Dreyfus

El affaire Dreyfus se extendió por doce años, entre 1894 y 1906, fue denominado así por Alfred Dreyfus, judío alsaciano y militar que fue acusado sin fundamentos de brindar información secreta a Alemania, enemigo de Francia. Fue juzgado según los códigos del Ejercito y judicialmente en el espacio civil. La sentencia en los tribunales tuvo un carácter extremadamente antisemita. Implicado, Dreyfus fue castigado con la degradación y enviado a cumplir sentencia como prisionero en la inhabitable Guyana Francesa.

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