Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.
Enviado por gabytulm • 30 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 571 Palabras (3 Páginas) • 1.062 Visitas
Interés técnico e interés práctico: las orientaciones básicas de la sociedad humana.
“Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.”
Immanuel Kant
El positivismo, como teoría de la ciencia, ha sido exaltado; este ha ocupado el lugar de lo que debería ser una teoría de conocimiento. De acuerdo al artículo, “Habermas entiende por conocimiento al conjunto de saberes que acompañan y hacen posible la acción humana.”(Laso, S. 2004). La teoría de la ciencia positivista desplaza al sujeto cognoscente, poniendo en su lugar al método de investigación. Su error está en iniciar con criterios objetivistas y “desinteresados” en torno a las ciencias sociales. No es aceptable que las ciencias sociales traten a su objeto con la indiferencia que las ciencias naturales lo hacen. Esto se debe a que el mundo social se anularía a sí mismo al excluir sus significados y sentidos en el análisis.
El proceso de reproducción y autoconstitución del género humano, es decir, la transformación que se lleva a cabo a través de la historia, se rige mediante los intereses. Estos son la orientación básica de la sociedad humana. Durante esa transformación, el hombre buscaba obtener un dominio técnico sobre la naturaleza. Esto se convirtió en la fuente de las ciencias naturales. Esa orientación básica es conocida como el interés técnico. Por otra parte, el hombre al desarrollar relaciones, dio origen a las ciencias hermenéuticas. Estas partían de la orientación básica conocida como el interés práctico.
Existe una tercera orientación básica, que es la base de los intereses mencionados anteriormente. Es conocido como interés emancipativo ya que “impulsa al hombre a liberarse de las condiciones opresivas tanto de la naturaleza externa como de la interna.” (Laso, S.). Es conexo a las críticas y dicta una relación entre las ciencias y la filosofía. Afirma que se necesita de la filosofía crítica para evitar que una ciencia se estanque en el objetivismo.
En última instancia, podemos decir que el sujeto cognoscente crea su objeto de estudio con base en los factores o criterios definidos por un interés técnico o práctico. Esto le permite observarlo y aprenderlo, tanto como saber que tipo de experiencia se llevará a cabo, y en qué ámbito se aplicará el conocimiento adquirido. Como decía Habermas, “El sentido del conocimiento, y, por tanto, también la medida de su autonomía, no se puede explicar de ningún modo si no es mediante el recurso a su relación con el interés.” Esto comprueba que las ciencias se fundamentan en el interés y no deben iniciar con un criterio objetivista. También, de este modo se rechaza la idea de que las ciencias naturales son superiores a las sociales, ya que tienen distintos intereses.
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