Trabajo social y derechos humanos
Enviado por leidypi • 27 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.961 Palabras (8 Páginas) • 274 Visitas
El objetivo del ensayo es exponer reflexiones encaminadas a estudiar los efectos de la globalización sobre los derechos humanos, la justicia y la equidad, pensada principalmente desde los enfoques teóricos del Trabajo Social, tenemos que entender entonces como se debe poner en discusión el principio en el cuál debería descansar los derechos humanos y se propone a la dignidad de la persona humana como el principio articulador de todo otro derecho humano, necesidad o sistema económico que rige el mundo.
La situación actual demuestra que la globalización y las diferentes teorías de desarrollo del mundo moderno, ha provocado la violación sistemática de los derechos humanos, a causa de que han sido privatizados por las empresas transnacionales, presenciamos entonces como se ha convertido en un absolutismo global en donde los estados van perdiendo fuerza para velar por el cumplimiento de los derecho humanos de sus conciudadanos, y es por ello que desde trabajo social es necesario ofrecer rutas de acción que tengan como base nuevas alternativas para la realización efectiva tanto de dinámicas del mundo globalizado como de los derechos humanos desde nociones alternas de progreso y desarrollo, y así proporcionar caminos de acción o alternativas para que la utopía del respeto a los derechos humanos (a la dignidad del ser humano) sea una realidad.
Es primordial que se analice y se razone, los impactos que ha tenido la globalización en el cumplimiento de los derechos humanos, develando como el tan anhelado desarrollo se muestra hoy como un nuevo imperialismo, una ideología económica que genera desigualdad social, pobreza y en el peor de los casos muerte, en síntesis: injusticia social, síntomas de la época global, en donde se ha hecho una eliminación de los derechos humanos de la agenda pública, perpetrada tanto por el Estado como por las empresas privadas transnacionales y cuya consecuencia es la negación de la vida humana.
El ámbito económico es sin dudas la cara amable y generalmente más vista de la globalización, no obstante, tiene otra cara que por supuesto se esconde en las periferias y que es invisible, y es nuestro menester develarla conjuntamente poniendo el fenómeno en dialogo con otras disciplinas de corte social, como la economía y la sociología entre otras, las cuales pueden aportar ideas y reflexiones de orden para la comprensión del problema y el esclarecimiento del concepto de globalización, un fenómeno que tiene diferentes puntos de vista, tales como el de los mercados, las finanzas, la manera en que se administra la vida pública, o problemas alternos como los de carácter ecológico que afectan al planeta, todo esto referido al uso que se le da a estos hechos por el neoliberalismo, el cual crea el espejismo o la ilusión de una humanidad interdependiente y solidaria, cuando en realidad intenta ocultar el verdadero significado de la globalización que busca hacer más fuerte la hegemonía del imperio en un mundo empobrecido. En este sentido, la globalización neoliberal debe visualizarse como la continuación del imperialismo y el colonialismo y es aquí donde nace la urgente importancia de distinguir entre realidad e ideología y entender como las teorías desarrollistas intenta divulgar e imponer la manera en cómo debemos vivir el mundo y llevándonos a la construcción de nuevas ontologías o realidades, de-construyendo las ya existentes, es decir, está cambiando la manera en que las personas se conciben a sí mismas y como entienden el mundo, todos estos aspectos están siendo seriamente afectadas por la ideología de la globalización, todas las dimensiones de nuestra vida social e individual han sido permeadas y moldeadas según los principios del nuevo capitalismo mundial.
En relación con lo anterior, cabe decir que un Estado que no respeta los derechos humanos está atentando contra la justicia social y desde luego contra la dignidad de cada ser humano. En un país como Colombia donde la injusticia y la inequidad reinan, donde en tiempos como estos, cuando el momento coyuntural de un proceso de paz, saca relucir las muchas inequidades que han habido por décadas, donde los modelos de desarrollo que antes prometían ser la salvación y el camino a la modernidad, no han llegado a los campos ni a los campesinos, mientras que para otros países la tecnificación es algo ya obsoleto, para Colombia es innovación, donde la economía se maneja desde el centro y las periferias deben sufrir con lo demás problemas del país, como la guerra, la violencia y la desigualdad, en donde de hecho es posible observar la violación de derechos en varias esferas de la vida social. Y es que para garantizarlos no es suficiente con reformar la normatividad existente en nuestro país ni sólo mostrar buenas intenciones, y firmar o prometer, hace falta hacer justicia efectiva a quienes les han sido violados sus derechos.
Por otro lado respecto a las circunstancias materiales que hacen posible los derechos humanos, considero que es deber también desde el trabajo social crear estrategias del cuidado y protección de los recursos naturales y promover o idear programas que aporten salud ambiental a las comunidades y al cuidado del territorio y apuntar así a él gran impacto que está teniendo la globalización sobre la naturaleza. El daño ocasionado al planeta pone en riesgo no sólo la vida presente de los seres humanos, sino también la vida futura de las generaciones que están por venir. Esta constituye una seria falta de responsabilidad, ética y legalmente enjuiciable, de quienes por afán de acumulación de riquezas están destruyendo la vida de nuestro planeta, ya que las consecuencias ecológicas que ésta trae consigo se están viendo reflejadas en el calentamiento global, la contaminación de mares y ríos, la deforestación y otros tantos males que aquejan al planeta. Por lo tanto todo ser humano debe respetar tanto su propia vida como la vida de los demás y crear las condiciones de posibilidad, materiales y formales, de cada vida humana. Ya desde el nivel pulsional, a nivel instintivo, los seres humanos buscan conservar su propia vida. Por eso es un imperativo ético universal, porque cada cultura reconoce como valor fundamental la vida, aunque cada una entienda de distinta manera la felicidad. No es ético que una cultura trate de imponer a otra su propio concepto de felicidad y sus valores, como ha sucedido con el eurocentrismo que permea en América Latina, pero si es ético que a éstas se les respeten sus derechos y se les garantice las condiciones materiales que hacen posible la vida humana.
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