Tres características del amor cortés

Tres características del amor cortés

A partir de la segunda Edad Feudal (siglo XII) comienzan a manifestarse profundos cambios sociales, entre estos el rol de la mujer noble en la Edad Media. Lo que permitió darle más peso a la figura de la mujer fue su presencia en los rituales de caballería. “(…) La mujer ocupó entonces en la sociedad una posición cada vez más destacada y prestigiosa (…).” (Lafitte-Houssat, 1966: 21). Estos rituales habían sido modificados por la Iglesia cuyo objetivo era humanizar la guerra. Un cambio a destacar, es el juramento realizado por el caballero, que ahora incluía la protección de la dama. Estas nuevas relaciones entre caballeros y damas, permitió el surgimiento del amor cortés.

El amor cortés cuenta con distintas características, entre ellas las principales son:

— Es aristocrático, ya que se produce entre aquellos pertenecientes a una elite, es decir, aquellos que frecuentan las cortes (los nobles). Toda mujer virtuosa debía tener marido y amante. En el amor cortés, la mujer era casada y se exaltaba su belleza. El lujo, el exceso y la ostentación, eran una forma de demostrar poder. La apariencia de la dama así también como su cantidad de pretendientes demostraban el estatus del señor feudal, es decir, la mujer funcionaba como un objeto para enaltecer la figura social de su marido.

Los caballeros eran entrenados en el arte de amar con el fin de obtener el gozo de amor. Este estaba relacionado con el espíritu libre, el amor era necesario para una vida bien vivida. Para lograrlo, era necesario disponer de ocio (los trabajos y preocupaciones diarias mataban el amor).

— Se destaca la superioridad de la dama, ya que se presenta un vínculo de vasallaje donde el caballero debe cumplir con las exigencias de la misma para obtener su amor, se debía ganar a la dama mediante méritos y esta tenía el poder de decisión. En este contrato vasallático, la mujer se entrega por etapas para mantener la esperanza del caballero. Esta dosificación de los placeres hace que la satisfacción resida en la espera así también, como contribuye al perfeccionamiento moral del joven.

— Es Furtivo e ilegítimo. El amor cortés implicaba galantería. Se produce un juego de atracción entre dama y caballero dotado de erotismo que se encuentra sometido a determinadas reglas. El único amor era con el amante ya que en el matrimonio no existía más que una relación de amistad y respeto mutuo. La dama y el caballero contaban con la ayuda de un confidente quien guardaba su secreto. Si éste era divulgado dejaba de ser amor. “(…) El amor cortés debía guardar siempre el amor furtivo. El secreto y el misterio eran regla esencial; sin ellos no hay amor verdadero.” (Lafitte-Houssat, 1966:111).

b) La siguiente cita del Cantar de los Nibelungos hace referencia al carácter aristocrático del amor cortés:

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