Los Tre Pilares Del Amor

La novela trata de la apasionante relación entre un viajero que llega a Mogador y de su amada Jassiba de quien se enamora. Ella tiene en su casa lo que se define como un Ryad, un jardín interior que el narrador cree que es el único de Mogador, pues piensa que es una ciudad sin jardines. Pero un día, cuando la relación entre ambos comienza languidecer, ella le somete a una prueba. No volverán a hacer el amor hasta que él le describa un jardín, y sólo lo harán a cada nuevo jardín que él le enseñe. Él se espanta, cree que, salvo el Ryad de la misteriosa amante, no hay más jardines en Mogador, y sale en su búsqueda.

Sin embargo, conforme van avanzando los capítulos el amante va cambiando de sensibilidades y se convierte poco a poco en un descubridor de jardines que están fuera de sus convencionalismos, jardines de hena, de agua, de semillas, de viento, de piedras y jardines de música, que noche a noche describe a su amada terminando con una velada de amor y pasión.

La novela esta dividida en cuatro espirales o capítulos en los que se va demostrando la evolución del amante en el arte de amar, y en donde a su vez se mezcla la poesía y la narrativa capítulo por capítulo. En las espirales se describen jardines a flor de piel, (como las manos tatuadas de las mujeres de Mogador) jardines del instante y jardines de intimidad, que son los que culminan la novela y llegan a la cúspide del espiral; el mismo cuerpo de Jassiba.

La función del espiral en la narrativa de la novela es muy importante, ya que es a través de la espiral que los amantes vuelven a comenzar de nuevo. De tal manera, que es un ciclo que no termina sino que comienza ascendente. El autor explica que a los moradores de Mogador, les gusta el círculo incompleto que vuelve a comenzar en forma de espiral.

Al final de la novela el narrador termina por descubrir que el cuerpo de Jassiba es un jardín incendiado de pasión que él está dispuesto a explorar y a cuidar como un hortelano de amor.

Alberto Ruy Sánchez emprende aquí de otra manera la exploración poética del deseo que marca el universo único de su obra poseída, donde los géneros literarios se mezclan y los placeres del amor se unen al placer de contar historias.

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