Tucaman Arde

Trabajo Práctico

Tucumán arde

Hacia 1970 Europa se encontraba en medio de oleadas revolucionarias, las artes entran en un clima de lucha y confrontación social, es entonces cuando surge el término de origen Francés “Avant Garde”, primera línea de creación, innovación, libertad de expresión un arte avanzado, revolucionario, anti académico e inconformista.

En ese momento en la Argentina se vivían situaciones tensas se encontraba el presidente Juan Carlos Ongania que asume el 21 de Junio de 1966, este gobierno genero graves episodios en todo el país, con él se disuelve el congreso, toda la instancia legislativa provincial y municipal, partidos políticos, queda prohibida la actividad política y el comunismo, son intervenidas la universidades nacionales, esto provoca renuncias de profesores y protestas estudiantiles.

A partir de 1968 dentro del campo de la plástica argentina comenzaron a producirse una serie de hechos artísticos que rompían con la pretendida actitud de la vanguardia, de los artistas que realizaban su actividad dentro de instituto Di Tella, la institución que hasta ese momento se adjudicaba la facultad de legislar y proponer nuevos modelos de acción.

A fines de la década del sesenta, en Tucumán hubo un problema social causado por el cierre de los ingenios azucareros, desempleo masivo, pobreza, protestas, etc. Sobre esta situación los artistas de vanguardia responden al gobierno con la realización del manifiesto “Tucumán Arde”.

Tucumán Arde, surge de un grupo de artistas plásticos e intelectuales Rosarinos y porteños, como un ciclo de arte experimental, donde pudieron expresar lo acontecido en la provincia de Tucumán, termino siendo el mayor emprendimiento vanguardista de la época de los ’60. La muestra se realizó el 3 de noviembre de 1968 en la sede de la CGT de los Argentinos regional de Rosario, el público supero las 1000 personas y duro más de 15 días.

El arte revolucionario acciona sobre la realidad, destruye la separación idealista entre la obra y el mundo, es la manifestación de aquellos contenidos políticos que luchan por destruir los esquemas culturales y estéticos de la sociedad burguesa, integrándose con las fuerzas revolucionarias que combaten las formas de dependencia económica y opresión clasicista (Arte social).

El “Operativo Tucumán” se ve reforzado por un “operativo de silencio” organizado por las instituciones del gobierno para confundir, esconder y silenciar la grave situación Tucumana.

Los sectores sindicalistas de la CGT, eran quienes propiciaban el encuentro con los artistas plásticos y estos coinciden con el plan de lucha en acciones conjuntas, realizar una obra en común con fuerte sentido político, tenían que definir de que modo y en que formato harían el proyecto.

Se reunieron en agosto, definieron cuestiones organizativas de la obra colectiva. Hubo un primer conflicto interno cuando el FATRAC (Frente anti peronista de la cultura) por un intento de participar de la reunión, lo que interpretaron algunos artistas como un intento de copar la obra y querer manipular a algunos artistas, pero fueron expulsados.

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