UAEM (HISTORIA)
Enviado por raei • 2 de Junio de 2015 • 9.418 Palabras (38 Páginas) • 323 Visitas
Génesis de la Universidad
En el número 9 de la calle Triunfo de la Libertad, del antiguo pueblo de Tlalpan, hoy delegación política del Distrito Federal, pueden observarse todavía algunos vestigios de un antiguo edificio del siglo XIX que fue conocido con el nombre de Casa de las Piedras Miyeras.
En ese lugar se inauguraron las cátedras del Instituto Literario del Estado de México, una vez que fue establecido, por decreto del Congreso, cuando Tlalpan era todavía capital de la entidad, el 3 de marzo de 1828.
La fundación del colegio fue sugerida por el ilustre liberal José María Luis Mora. Durante su primera época funcionó bajo la dirección del fraile José de Jesús Villapadierna y llegó a tener una población de 350 alumnos.
Dos años después, tuvo que ser clausurado por haberse ordenado el traslado de los poderes públicos a Toluca, la nueva capital, pero de aquel tiempo han sido identificados dos ex alumnos notables: el general Miguel Blanco, ministro de guerra del presidente Juárez y el jurista Manuel Larráinzar Piñeiro.
El Instituto fue restablecido en Toluca, en 1833, por decreto del gobernador Lorenzo de Zavala, en un edificio del siglo XVIII conocido como el Beaterio, que es hoy, todavía, sede administrativa de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al iniciar su segunda época, el Instituto fue dirigido por el poeta José María Heredia, que vino a México invitado por el presidente Guadalupe Victoria y que en Toluca desempeñó varios cargos públicos y editó su famosa revista Miscelánea.
En 1835, al promulgarse la constitución llamada de Las siete leyes, que instaló en México un gobierno centralista y convirtió los estados en departamentos, el Instituto fue clausurado de nueva cuenta y permaneció así hasta 1846, año en que el gobernador Francisco Modesto de Olaguíbel, al restaurarse el federalismo, decretó su segunda y definitiva reapertura.
A partir de entonces, el Instituto Literario de Toluca inició una época muy brillante que le dio fama y prestigio en todo el país. Entre los maestros de aquel tiempo figuran el famoso liberal Ignacio Ramírez el Nigromante, el general Felipe Berriozábal y el pintor Felipe S. Gutiérrez, y entre los alumnos, Ignacio Manuel Altamirano, Juan A. Mateos, Joaquín Alcalde, Gumersindo Mendoza y Jesús Fuentes y Muñiz, entre otros. El director era don Felipe Sánchez Solís.
En 1851, la actividad institutense se consolidó, al ser promulgada la primera Ley Orgánica por el gobernador Mariano Riva Palacio, quien, además, dotó al colegio con un taller de Tipografía y Litografía, del cual salieron importantes publicaciones.
Las actividades no volvieron a suspenderse, ni siquiera en 1848, cuando los soldados estadounidenses entraron a Toluca y ocuparon el edificio escolar como cuartel, ni durante los años de la intervención francesa (1862-1867), cuando los institutenses tuvieron que refugiarse en el ex convento del Carmen para seguir trabajando.
Un episodio heroico del colegio ocurrió cuando un numeroso contingente de profesores y alumnos, alistados como voluntarios en la Brigada Berriozábal y apoyados por batallones de Lanceros y Ligeros de Toluca, tuvieron brillante participación en la histórica batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862.
(Aquellos hechos fueron preludio de una tradición liberal y nacionalista, heredada de Mora, Ramírez y Berriozábal, que se manifiesta todavía cada 18 de julio, en una velada luctuosa por la muerte de Juárez, realizada por primera vez en 1872).
Otro hecho importante de aquel tiempo, fue que en 1872, el director, don Jesús Fuentes y Muñiz, fundó en el Instituto la Escuela Normal de Profesores de Instrucción Primaria, una de las primeras del país, que en 1882 se convirtió en Escuela Normal Anexa, dando origen al normalismo en el Estado de México.
Restaurada la República, el Instituto Literario –que en 1886 adoptó el nombre de "Científico"– tuvo una destacada labor que se prolongó desde los últimos años del siglo pasado hasta la primera mitad del actual. Alumnos que pasaron por sus aulas tuvieron brillante futuro, como Andrés Molina Enríquez, José Vasconcelos, Gustavo Baz, Horacio Zúñiga, Daniel Cosío Villegas y Adolfo López Mateos.
En los meses de febrero y marzo de 1928, el Instituto celebró su primer centenario con brillantes festejos, entre los cuales destacaron la presentación del himno institucional, escrito por el poeta Horacio Zúñiga, y la colocación de la primera piedra del monumento a los maestros institutenses, que es obra del arquitecto Vicente Mendiola y del escultor Ignacio Asúnsolo.
En 1943, un prolongado movimiento de estudiantes y profesores, iniciado diez años atrás, culminó exitosamente cuando el gobernador del estado, Isidro Fabela, reconoció la autonomía del Instituto, que a partir de entonces fue identificado con las siglas: ICLA.
De 1944 a 1946, el licenciado Adolfo López Mateos ocupó el puesto de director y sentó las bases de la transformación del colegio en universidad, la cual no fue posible de momento, pero sí diez años después, cuando el 21 de marzo de 1956 se aprobó en el Congreso la ley orgánica que dio vida a la Universidad Autónoma del Estado de México.
Establecida inicialmente con seis escuelas y facultades –Preparatoria, Medicina, Jurisprudencia, Comercio, Enfermería y Pedagogía Superior– su primer rector fue el licenciado Juan Josafat Pichardo, quien antes había sido, en dos ocasiones, director del Instituto Científico y Literario.
Los avances de la Universidad fueron rápidos y espectaculares. En 1964, el presidente López Mateos inauguró la Ciudad Universitaria de Toluca, edificada en el antiguo cerro de Coatepec con sólido apoyo de los gobernadores Gustavo Baz y Juan Fernández Albarrán, ambos ex alumnos del Instituto Científico y Literario.
En otro rumbo de la ciudad, en tanto, se desarrolló el "campus Colón", formado por la Escuela Preparatoria y las facultades de Química, Medicina, Enfermería y Odontología.
La disponibilidad de nuevos espacios hizo crecer la matrícula y propició la creación de nuevas escuelas y facultades. En 1978 se iniciaron formalmente los procesos de investigaci6n de manera institucional y en esa década surgieron los estudios de posgrado.
Otro eje de expansión de la Universidad fue el "campus Cerrillo", integrado básicamente por las facultades de Agricultura y Veterinaria, creadas en la década de los setenta. En los años siguientes surgieron facultades como Turismo, Geografía, Ciencias de la Conducta y Antropología, que inicialmente fueron academias de la Facultad de Humanidades, existente desde la fundación de la Universidad, primero como Escuela de Pedagogía y después como
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