UN NUEVO MODELO DE GOBIERNO COMO TRANSFORMA EL ESPÍRITU EMPRESARIAL AL SECTOR PÚBLICO en queretaro

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El Estado de Querétaro ha sufrido en los últimos años un aumento poblacional considerable, dicho aumento trae consigo cambios en el desarrollo urbano y complicaciones en la movilidad de las personas, derivado de lo anterior el Gobierno del Estado de Querétaro debe plantear una visión estratégica que atienda de las demandas de los habitantes del Estado, creando planes trascendentales que permitan al ciudadano contar con un sistema de transporte público sencillo y eficaz.

Para efecto de ofrecer adecuada atención a la demanda de la ciudadanía, fue creado  el Instituto Queretano del Transporte, el cual tiene por objeto diseñar, coordinar, ejecutar, vigilar y evaluar las políticas públicas, programas y acciones generales y particulares relativas a la prestación de los servicios público de transporte en el Estado de Querétaro.

A fin de brindar el servicio público de transporte, el Gobierno del Estado de Querétaro a través de su Instituto Queretano del Transporte otorga mediante la figura de la Concesión, ya sea a personas físicas o morales la facultad de prestar el servicio público en cualquiera de las modalidades contempladas en la Ley de Movilidad para el Transporte del Estado de Querétaro, tal es el caso del “Servicio Colectivo”.

Se entiende por “Servicio Colectivo” aquel destinado al traslado colectivo de personas dentro de los límites del territorio estatal, en apego al itinerario y horario de servicio establecido por la autoridad competente así como a

las condiciones de operación y servicio señaladas en la ley y su reglamento.

Debemos recordar que la concesión es el mecanismo jurídico por medio del cual, quien tiene la titularidad de determinadas atribuciones o facultades como en este caso lo es el Gobierno del Estado de Querétaro, delega su ejercicio o aprovechamiento a favor de un tercero (persona física o moral) para la explotación de un servicio público.

Ahora bien, se justifica la concesión según lo señalado por David Osborne en virtud de que no es obligación del Gobierno proveer de servicios, sino velar por que se provean, ahora bien, la figura del Gobierno no debe quedar en la sola visión administrativa que  vele por asegurar que el servicio será brindado por un tercero, sino  también por el modo y calidad con el que se deberá brindar el servicio, es decir, en palabras de Osborne deberá timonear con eficacia a fin de que guíe a los concesionarios mediante ellos reman.

El Gobierno debe poseer un control total sobre la concesión otorgada, determinando las características técnicas  y de operación de los servicios públicos de transporte, es decir, señalando desde el tipo de medio de transporte que ese deberá implementar hasta el número y frecuencia de salidas, lugares de ascenso y descenso, así como el tipo de personal que se deberá emplear para la prestación de los servicios.

Dichas control se aplica mediante reglas y normas aplicables al transporte público del Estado de Querétaro, sin embargo, a pesar de eso no refleja una adecuada administración del transporte.

Señala Osborne en  su libro que son los propietarios quienes cuidan mejor sus hogares, no así los arrendatarios, dicho  señalamiento se aplica de manera total a la situación actual que vive el transporte público en este estado, vemos que los conductores del transporte carecen cuidado al momento brindar el servicio, ya sea tanto en la conducción así como en el servicio mismo, tradúzcase en el vehículo mediante el cual se realiza la prestación, caso contrario es aquella unidad que es conducida por su dueño, el cual es el beneficiario de la concesión, el cual además de realizar una conducción adecuada, brinda el servicio en los horarios y formas establecidos, además de contar con una unidad  en buenas condiciones.

Es aquí donde entra la incertidumbre de si es adecuada o no  la concesión para el transporte en este Estado, tenemos por un lado el servicio de transporte a personas con capacidades diferentes y adultos mayores que brinda el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia del Estado de Querétaro, el cual traslada además del sector vulnerable antes señalado a ciudadanos que requieren el servicio y que realizan sus ascensos y descensos de manera ordinaria, en cualquier estación de autobús autorizada en horarios establecidos, dichos autobuses cuentan con dos conductores, uno que realiza la el manejo del mismo y otro que asiste a las personas y vela por que los ciudadanos cumplan reglas tan elementales como lo es el portar el cinturón de seguridad, al cabo de transcurrido medio turno, se invierten los papeles, de modo tal que  un solo conductor no  permanece 8 horas continuas sentado al volante. Estos conductores jamás incumplen con disposiciones de tránsito, ni se desvían de la ruta señalada ni alteran el horario de servicio, así mismo son servidores públicos contratados por el Sistema DIF ¿Es entonces que en este Estado resulta mejor tomar el remo antes que  tomar el timón?.

Probablemente el servicio de transporte público está mal enfocado, ya que los ciudadanos lo utilizan más por necesidad que por adquirir  el servicio que más le conviene, es decir, se deben establecer programas que atraigan clientes, por tanto daríamos paso a la competencia.

Dicha competencia puede ser dada entre los dos sectores que ya fueron mencionados, entre el sector público como lo es el brindado  por el Sistema DIF y por el privado como lo son los concesionarios, siendo claros en que No se trata de la oposición entre el sector público y el privado, sino de  la oposición entre competencia y monopolio que pueden llegar a ejercer el sector privado, de esta manera se podrá dar una competencia en la que ambos deben mejorar sus ofertas.

Actualmente la competencia entre estos dos sectores se encuentra de la siguiente manera:

Aquí podemos apreciar otro punto importante que señala Osborne en su libro “no siempre la iniciativa privada resulta mejor que el Gobierno” Esto nos lleva a preguntarnos porqué los ciudadanos no utilizan este sistema de trasporte público dirigido por el Gobierno, la respuesta es sencilla, el objeto del transporte público proporcionado por el Sistema DIF sí es utilizado por la ciudadanía, de hecho existe una sobre demanda en las horas denominadas “pico”, solo que no se cuenta con el número de unidades suficientes para satisfacer la demanda, demanda que sí satisface el transporte público proporcionado por concesionarios.

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