UTILITARISMO EN LA ECONOMÍA

UTILITARISMO EN LA ECONOMÍA

MARTÍN PACHECO REITZE

El utilitarismo surge como una teoría ética cuyo principal objetivo es diferenciar el bien del mal al enfocarse exclusivamente en los resultados de nuestras acciones. Esta teoría determina que la opción más ética es la que genera mayor beneficio para la mayor cantidad de personas posible. En palabras de Jeremy Bentham, “En caso de confrontación o contienda, siendo igual la felicidad de cada parte, prefiérase la felicidad del mayor a la del menor número” (Bentham, 1965-1966).

En este sentido, y a manera de introducir el tema, se supone que una buena economía debería ofrecer un sistema económico funcional que beneficie a todos los individuos involucrados, pero esto no siempre es así. A raíz de esto surge la siguiente tesis, la economía de mercado no genera un buen comportamiento moral debido a la codicia y competencia que este sistema conlleva.

El sistema de mercado instaurado en Chile y en la mayor parte del mundo promete muchas mejoras en amplios ámbitos económicos y sociales, sin embargo, en este último ha quedado al debe. En muchos países del globo, y sobre todo en nuestro país, hemos visto cómo en los últimos años ha habido revueltas sociales y revoluciones políticas, y el principal culpable al cual en la actualidad se le está apuntando con el dedo índice es al sistema económico, al que se le culpa de desigualdades sociales, inequidad, crisis financieras y problemas medioambientales.

Hay muchos principios del utilitarismo que se ven aplicados al sistema de la economía de la actualidad. Uno de ellos explica el cómo y el por qué el sistema de competencia perfecta es de las mejores sino la mejor alternativa para asegurar el uso correcto de recursos que hacen posible la maximización de la utilidad de los consumidores. Y bueno, como dijo el padre del utilitarismo, de una forma amplia, el objetivo contempla la felicidad de la mayoría de los seres sensibles (Bentham, 1839).

Según la teoría económica de Adam Smith y la “mano invisible”, que los individuos se vean libres de buscar y maximizar sus intereses, tiene como consecuencia el bienestar público de manera inevitable por la acción de la mano invisible mencionada anteriormente, concepto el cual es utilizado como una manera de explicar cómo el mercado puede autorregularse por sí mismo.

También, según Bentham, la maximización de la utilidad lleva inevitablemente a un bienestar público, por lo cual para conseguir esto se justifican medios o comportamientos no éticos. En este sentido, la crematística (el arte de hacerse rico) juega un papel desafortunado que lamentablemente se frecuenta mucho en el mercado y que, al buscar maximizar su utilidad con el fin de enriquecerse, se acometen faltas éticas en el proceso y que se justifican según las bases o principios de la economía libre. Con esto se estaría justificando a muchas personas que cometen faltas éticas con el fin de ganar más dinero. Platón y Aristóteles han criticado esto duramente. (Diálogos II - Banquete, Platón, pg.187)

Aristóteles defendía que la forma correcta de hacer el uso de dinero es en la actividad natural orientada a la satisfacción de las necesidades, por otra parte, la crematística es éticamente rechazada. (Pseudo-Aristóteles, pg.233, Gredos).

Bentham por otro lado, sostiene que el valor de un bien está determinado por la utilidad marginal. En otras palabras, lo anterior se puede pensar como que nuestras curvas de indiferencia son un reflejo de nuestras preferencias, las cuales representan nuestra utilidad. Es así como surge una de las cuantas bases de mercado. (Bentham, 2000)

Podemos concluir que el pensamiento de Bentham y, el de Aristóteles y Platón son opuestos. Para Bentham la maximización de la utilidad conlleva a un bienestar público. Entonces podemos inferir que, para él, estos medios justifican comportamientos no éticos para lograr la mayor utilidad posible.

La crematística se frecuenta mucho en el sistema de mercado impuesto en la actualidad, y existe gente que busca enriquecerse maximizando su utilidad en este método. Siendo que los principios de este sistema son que, de esta forma se beneficia a la mayor cantidad, se estaría justificando acciones inmorales, no éticas con el fin de que la economía sea libre.

Entonces, el sistema económico de hoy en día genera comportamientos que son egoístas, poco empáticos y desaprensivos, que han generado en ocasiones mucho desempleo, desigualad, mayor enriquecimiento exclusivo para algunos, problemas para otros y marginación social. Según se mencionó anteriormente la mano invisible traería consigo beneficios para el público general, una solución utilitarista.

Algo muy importante que hay que tener en consideración es que este sistema tiene algunos supuestos. Uno de estos supuestos es que no hay fallas de por medio, supone que todos los consumidores consumen en el punto óptimo y los productores producen en el óptimo de los consumidores, pero esto no siempre es así. Si pensamos en la crematística, podemos decir que es el espíritu del capitalismo, siendo el afán por maximizar el lucro uno de los principales motores del mercado. Por esta razón, y bajo a este sistema es naturalmente inequívoco que existan personas con este meta de lucrar lo máximo posible, y que sean capaces de pasar a llevar principios éticos y morales e incluso hasta la ley.

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