Uenidades productivas campesinas en Uruguay en el periodo histórico del 2000 hasta el presente.
Enviado por martin.andres • 12 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.049 Palabras (9 Páginas) • 300 Visitas
Universidad de Chile[pic 1][pic 2]
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Antropología
Carrera de Antropología
Profesor Nicolás Gissi
Cultura Latinoamericana
Una aproximación antropológica a las unidades productivas campesinas en Uruguay en el periodo histórico del 2000 hasta el presente.
Introducción: Presentar el país, los autores y la problemática a trabajar
Hoy en día es fácil encontrar una gran producción bibliográfica que trata temas acerca del mundo agrario en Latinoamérica. Está demás mencionar los múltiples trabajos que se han dedicado a explorado los procesos de transformación del mundo agrariol en Chile, Argentina, Brasil, Perú, México etc. Sin embargo, llama la atención la nula importancia que los investigadores le han bridado al campo uruguayo. Pareciera que el campo uruguayo no es más que un desolado paisaje que solo constituye el vacío existente entre cada urbe. En esta pequeña investigación pretendemos poner el tema sobre la mesa. Queremos dejar en claro que nos hemos topado con las restricciones esperables de un tema que posee muy poco desarrollo, así que por lo tanto, este trabajo está bastante lejos de constituir una revisión exhaustiva, no obstante, la consideramos importante debido al nulo trabajo investigativo que se ha realizado en torno a la temática
Existen varios estudios acerca del campesinado en Uruguay, pero en general estos datan del siglo XX –la gran mayoría en los años 70. Este tema resulta de mucho interés, sin embargo, nos hemos interesado por el campesinado uruguayo existente posterior a los años 2000, no solo por el poco interés que ha representado, sino que además porque un estudio de este tipo ayuda a comprender el funcionamiento del capitalismo y como el avance del capitalismo se tropieza con la producción no-capitalista.
Nuestro objetivo es caracterizar las condiciones socioeconómicas de las unidades campesinas en Uruguay y su relación con el modelo capitalista industrial. Para cumplir con nuestro propósito ocuparemos las siguientes fuentes: Diego Piñeiro (s/f), con su trabajo “caracterización de la producción familiar”, Gabriel Oyhamtcabal que nos proporciona dos estudios titulados “Los tres campos de la cuestión agraria en Uruguay” (2013) y “agricultura familiar y campesinado” (2007), Virginia Rossi con “La producción familiar en la cuestión agraria uruguaya” (2010)
Comenzarem,os discutiendo el concepto de campesino, las implicancia que tiene la omisión de este término y el por qué es necesario re-plantearlo en los estudios referentes a esta temática. Luego continuaremos haciendo una revisión del estado actual del campesinado, luego de los diferentes tipos de productores campesinos y finalmente procederemos a señalar el cómo se perpetúan estas unidades de producción
Desarrollo.
Primero que nada, antes de entrar en la temática que nos compete, es necesario realizar ciertas aclaraciones conceptuales. En la producción académica y en los informes de políticas públicas, se ha debatido fuertemente los conceptos “producción campesina”, “campesino” etc. La palabra campesino es discutida y remplazada, y en otros casos simplemente castrada. Piñeiro (s/f:5) propone que existe un error conceptual al usar la terminología de “producción campesina”. El autor alude a que la producción campesina es una producción que está orientada casi en su totalidad al autoconsumo, por lo tanto, su vinculación con el mercado es prácticamente nula. En el caso de Uruguay, Piñeiro opta por el concepto “agricultura familiar”, debido a que, a diferencia del campesino, este no dirige su producción al autoconsumo, sino que muy por el contrario, tiene mucha relación con los diversos mercados –productos, dinero, trabajo etc. En este sentido Oyhantcabal (2007) calcula que cerca de un 20% de lo producido en estas unidades está destinada hacia al mismo grupo doméstico, por lo tanto, aludiendo a cierta rigurosidad científica, los autores proponen remplazar el término “producción campesina” por “agricultura familiar”.
Por nuestra parte, no podemos estar en más completo desacuerdo. Si bien es cierto, el modo en que se ha teorizado en torno al concepto campesino puede ser no muy adecuado para aplicarlo en varios casos –como por ejemplo en Uruguay-, es necesario entender que la terminología que se utilice está cargada de cierta historicidad que le da sentido a la identidad de los sujetos. El lenguaje neoliberal se ha visto en la necesidad de castrar la palabra “campesino”, ya que esta remite a una historia particular, a una identificación social. Se puede registrar la historia de los movimientos campesinos en el mundo, pero no los movimientos de la “agricultura familiar”. Entendemos y concordamos con los autores Piñeiro (s/f) y Rossi (2007) el problema conceptual que suscita la palabra campesino en este caso, pero, desde nuestro punto de vista proponemos una reformulación. Desde nuestro punto de vista, una producción campesina está definida por una producción doméstica con o sin capital independiente de si los bienes producidos están destinados a un mercado o al autoabastecimiento. Otra dimensión importante es el territorio: en él se combina la producción y la reproducción (vida) (Oyhantcabal, 2013:4)
Teniendo esto en cuenta, podemos hablar desde ya de un modo de producción campesino en el Uruguay.
Se calcula que en Uruguay que las explotaciones campesinas representan el 79%, pero ocupan tan solo el 24% de la superficie trabajada. Todo el resto está en manos de los grandes productores representado por transnacionales que han monopolizado el campo en Uruguay (Rossi, 2007). Esto no representa tan solo un dato estadístico, sino que refleja una progresiva apropiación de los terrenos agrícolas por parte de la agricultura industrial. Lejos de constituir una relación armoniosa. Oyhantcabal (2013:7)[1] identifica tres tipos de territorios que podemos identificar en Uruguay: el territorio del agronegociio, el territorio campesino subordinado por el capital y el territorio capital local monopolizado o articulado al agronegocio.
El territorio campesino monopolizado por el agronegocio, abarca a prácticamente la totalidad de los 32.000 campesinos que ocupan 2,5 millones de hectáreas (Rossi, 2010). Depende casi en su totalidad de la agroindustria y del capital comercial para vender su producción. En estos territorios predomina la subsunción indirecta del trabajo al capital a través de la venta de las mercancías campesinas. El modelo agrario en Uruguay –impuesto por el neoliberalismo- ha actuado de un modo despiadado que se han borrado del mapa casi en su totalidad los territorios campesinos autónomos del país (Oyhantcabal, 2013).
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