Un Ensayo de postconflicto en Colombia

Mi aporte  para la solución del conflicto armado en Colombia

Con el pasar del tiempo, es innegable que la paz  para un país como Colombia es una tarea ardua y difícil, sobretodo  entendiendo que los actores involucrados en la  confrontación no están del todo comprometidos  con la  consecución de la paz. Como ciudadanos existe la sensación  de incertidumbre  del cómo se dio  el proceso  y las consecuencias que este tendrá  para el futuro económico  y social del país, dependen de  la voluntad  tanto  de Estado como de las FARC y su seriedad para que el bienestar del país sea una realidad.

En vista de la polarización que  se presenta  referente a los  acuerdos de paz de La Habana

¿En qué podemos contribuir como ciudadanos para el mejoramiento y la obtención de la paz  como elemento social?

Para entender los diferentes puntos de vista acerca  del conflicto armado colombiano debemos remontarnos a  la historia de Colombia, que si bien fue difícil la época de la Independencia, el derramamiento de sangre y  el coletazo del sistema de corrupción partidista que antes de la Guerra de los Mil días nos gobernó, no solo creo desigualdad social sino que ahondo la diferencia entre las diferentes regiones que componen Colombia. De allí que en medio de las diferencias sociales y el sometimiento de la población campesina  a los grandes terratenientes la ideología comunista tuviera eco y tomará la lucha armada como recurso para llegar al poder y legitimar sus derechos.

De un modo atemorizante  y  exacerbado  de sus ideales, estos se desviaron del objetivo por el cual estaban luchando al recurrir a la ilegalidad como método  de financiación de su confrontación con el Estado. Ahora bien, con el deterioro ideológico de las FARC  el dialogo se hizo inminente y las condiciones se dieron para un proceso de paz  con condiciones específicas   pero el inconformismo en algunos sectores no se hizo esperar pues en parte de lo acordado se pasaban por alto cuestiones referentes a la reparación de víctimas, la entrega de armas y la responsabilidad moral para con el país por los crímenes cometidos durante la lucha.

Con respecto  a lo acordado no podemos desconocer  la  responsabilidad tanto del Estado como de esta guerrilla  en todo lo que se vivió, pero debe hacerse el esfuerzo  pensando en minimizar la violencia en las zonas azotadas por la guerra haciendo de paso presencia en aquellos  lugares donde no se siente la mano del Gobierno. El pasado plebiscito por la paz  dejo una enseñanza y es pensar  en el bien común, ya que los votantes de las grandes urbes solo pensaron en su beneficio más no se pusieron en el lugar de las víctimas directas del conflicto lo cual a mi parecer es una posición algo egoísta, pero mirándolo desde otro punto de vista tiene algo de lógica pues no se puede pasar por encima  de la Constitución para hacer un acuerdo de paz, y más aún cuando corresponde primar la verdad y la justicia para una verdadera reconciliación del país.

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