Un Lider Efectivo

UN LIDER EFECTIVO DESDE EL TRABAJO COLABORATIVO.

Hoy en día el síndrome denominado como la urgencia de las cosas, ha provocado que las personas que se encuentran liderando las Escuelas, olviden los valores esenciales y con ello que el clima organizacional se deteriore y a su vez esto traiga como consecuencia profesores desmotivados, apáticos, desinteresados y sin ganas de aportar. Por ello las organizaciones del presente, para ser exitosas dentro de este mundo cada día más globalizado, necesitan romper con paradigmas, creando instancias de cambio donde puedan compartir inquietudes, motivaciones, empatías funcionales y saber hacia dónde van como equipos, y como parte de una organización.

Las personas motivadas emocionalmente en su trabajo, son capaces de crear valor a su gestión y traducirlo en un producto de calidad para el servicio de todos y esto solo se logra si son conducidos de forma adecuada, a través de un liderazgo efectivo y colaborativo que confié en cada uno de sus integrantes.

De la presente reflexión nace la interrogante que permite un recorrido teórico y personal dando respuesta a la siguiente pregunta:

¿Cómo la eficiente y adecuada conducción del líder hace factible el involucramiento de los profesores para lograr que se trabaje en equipos en busca de los logros institucionales?

En la actualidad los liderazgos educativos se ven envueltos en diferentes tipos de crisis y tensiones que resolver, donde cada crisis da pie a un desarrollo o solución determinado de acuerdo a la dimensión y características del problema, pero ese desarrollo va dando inicio a una nueva crisis institucional.

La pregunta que nace ante este escenario y las circunstancias: ¿Están preparados los actuales directores para resolver tantas crisis y tensiones institucionales por si solos?

Actualmente los directores Chilenos se caracterizan por ser ausentes, autoritarios, no actualizados en conocimientos, no permiten la autonomía del profesor, no tienen un objetivo único, no delegan y no tienen claro cuál es su propósito final.

Un escenario difícil, pero la literatura actual y las experiencias que existen a través de estudios realizados (Formación de Directores para Chile), estudio basado en experiencias efectivas, nos demuestran que si se puede lograr a través de líderes competentes con un alto grado de eficacia y preparación, no solo con el conocimiento, sino también con sabiduría.

¿Qué características debe tener un esté líder?

El líder que se necesita debe ser una persona autentica, que inspire confianza y credibilidad (Kauser y Posner). Que tenga propósitos claros con respecto a lo que quiere y desea lograr, sin propósitos claros es muy difícil que exista gestión; que tenga la capacidad de convencer y con expectativas y aspiraciones altas, acordes a su realidad y a la potencialidad de su gente. Este líder no debe enmarcarse con un solo estilo de liderazgo, debe tener claridad al tomar sus decisiones en forma democrática y con autoridad cuando las circunstancias lo amerite.

El líder debe tener determinados rasgos de personalidad (Jerome Murphy); tales como una clara visión personal, conocimientos, coraje, la capacidad de influir y convencer a otros y de esta manera ejercer el poder dependiendo de otros, a través de equipos de trabajo, haciéndose cargo y delegando en un acto de confianza, estableciendo que se delega la tarea pero no la responsabilidad.

Este acto de confianza, está fundamentado en dos aspectos relevantes:

1.-La estructura y cultura del sistema, que es la organización.

Hay sistemas que obstruyen la generación de condiciones de confianza, que estimulan relaciones competitivas y antagónicas entre sus miembros. En cambio hay sistemas que promueven la confianza, obligan a sus miembros a generar confianzas entre si, como condición para tener éxito, sin esta confianza no se lograrán las metas establecidas por la organización (Echeverría, R)

2.-El desempeño de las personas, de los miembros y las competencias que exhiben en su desenvolvimiento.

Es importante examinar la competencia concreta de cada uno requerida para el cumplimiento de sus tareas u obligaciones. Ahora, y más importante que ellas son las competencias conversacionales de los miembros, a través de las cuales lograremos la efectividad del escuchar, si se considera que alguien que no escucha adecuadamente afectara la confianza, base fundamental del líder efectivo y de los trabajos colaborativos.

El líder efectivo debe ser capaz de lograr 21 áreas claves de responsabilidad (Waters, T et all ) y 11 competencias (Directores para Chile) que debe poner en práctica de manera recurrente e intencionada en su labor, y que incide directa e indirectamente en el logro de resultados de aprendizajes de los estudiantes, foco prioritario de su gestión directiva.

El Plan Directores para Chile enfoca el nudo de la Gestión desde la perspectiva de competencias entendidas como el despliegue articulado de recursos personales, cognitivos, declarativos y actitudinales. Las competencias movilizan, integran y orquestan los recursos y solo se evidencian en acciones o comportamientos, tales como Saber hacer, saber actuar y saber ser (Le Boterf). Las competencias individuales están asociadas al contexto y el individuo será competente en la medida que organice el uso de recursos en función del mejor resultado en la organización.

Estas competencias individuales deben ser establecidas en una organización, donde nacen las competencias organizacionales que son aquellas conductas en que la escuela u organización, es capaz de administrar sus recursos en función del logro de un objetivo, alcanzando un desempeño superior al resto en un contexto determinado, con procesos claros y pertinentes, tales como: La observación, reflexión, la creación y la transformación.

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