Un nuevo coronavirus, una nueva pandemia y muchas incógnitas

Un nuevo coronavirus, una nueva pandemia y muchas incógnitas

      En primer lugar, la OMS define al covid-19, como una enfermedad infecciosa respiratoria aguda (IRA), es decir gripe (influenza), con diversos síntomas (tos, fiebre, etc.) que puede llegar a ser leve, moderada o grave. El primer caso positivo se presentó en Wuhan- China, donde devastó a un gran índice de población, sin embargo, a lo largo de la travesía, diversos estudios han dado por hecho tratamientos para curar esta enfermedad, comenzado ensayos clínicos de una vacuna con un centenar de voluntarios, mientras varios países participan de una carrera contra el reloj para encontrar una manera de combatir el patógeno, de acuerdo con un reporte de la prensa (AFP).

El nuevo Coronavirus (COVID-19) ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una emergencia en salud pública de importancia internacional (ESPII). Se han identificado casos en todos los continentes y, el 6 de marzo se confirmó el primer caso en Colombia, teniendo a la fecha, 306 casos confirmados con 3 muertes y 6 recuperados.

     A raíz de esta pandemia, el mundo globalizado en el que se vive, ha tenido que parar en muchos aspectos; este virus ha marcado, en definitiva, una época de auge global, donde prima que cada persona posea un afán desequilibrado e incesable en su día a día, corriendo a cada momento en la consagrada sociedad de hoy, por excelencia productiva y de consumo. Sin lugar a dudas, esta situación mundial ha traído consigo un sin número de disposiciones desfavorables a comparación de las disposiciones benéficas, sin embargo, si se piensa en la magnitud de lo que se puede aprender de este hito, es más considerable y sensato lo bueno que lo malo que trajo para todos.

     Muchos países han sido obligados a cerrar sus fronteras, grandes productores como China, Estados Unidos y Japón , dando paso a que la economía colapse, no obstante, el medio ambiente se mejora considerablemente; se vive corriendo todo el tiempo, pero ha llegado la parada de este ritmo de vida y consigo la obligación de construir y reconstruir familia, de pasar más tiempo con seres queridos;  en otra medid,  ha pasado que en nuestros tiempos, se delega la educación y hasta la crianza de los niños y jóvenes a instituciones educativas ( y esta tarea no le corresponde a otras figuras, sino al núcleo familiar ), sin embargo, entre las medidas para evitar la propagación del virus se vinculó el cierre de los colegios, impulsando a los padres a encontrar propuestas alternativas para propiciar el mejoramiento actitudinal  y académico de sus hijos. Después de todos estos vínculos creados o mejorados en la familia, también aparece un compromiso de reciprocidad con el prójimo y con la comunidad; sabiendo que el problema al final como en las guerras es que mueren  más inocentes que los que realmente promueven y hacen el mal teniendo así pues, que decir que en los cambios hay daños colaterales,  viendo día a día más egoísmo que ayuda, sensatez y solidaridad con el vulnerable, hoy se debe ser consciente de que la responsabilidad de extinguir el virus, es una responsabilidad compartida, ya que el destino no depende solo del cuidado de una persona, sino de que todos los que le rodean se protejan, todo depende de todos.

     Por otro lado, hay temas que desprenden para considerar, siendo en gran medida alarmantes y causales de lo que se está viviendo, como lo es el control del número de seres humanos habitando la tierra, erradicando gran responsabilidad de esto, en los embarazos no deseados que van en aumento considerable. Se puede entonces hacer un paréntesis para recordar la sobrepoblación de conejos en Australia que inicialmente eran 24 conejos y al cabo de aproximadamente 61 años llegó a los 10 mil millones, causando un deceso en el ecosistema, destruyendo flora y fauna, convirtiéndose en una plaga. Ahora, los humanos representamos esos conejos en el mundo, somos una saturación global al borde de agotar los recursos naturales, evitando a toda costa, que la tierra se renueve y en estas condiciones el planeta sabe como purgarse, constatando la reducción del índice de natalidad.

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