Un paso adelante, dos atrás: perspectivas en torno a la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México

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Un paso adelante, dos atrás

Perspectivas en torno a la construcción de un muro fronterizo entre méxico y estados Unidos

Amílcar Joshua Ramírez Barrera | Taller de Análisis de la Información Internacional

30 de junio de 2018

“Como mexicano, como migrante y como ser humano, me opongo a cualquier forma de muralla que intente separarnos”
- Gael García Bernal

El presente texto, como parte del Taller de Análisis de la Información Internacional tiene como objetivo dar seguimiento a las diferentes posturas que han surgido alrededor de la construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos, así como a sus consecuencias en la eventual polarización de los puntos de vista involucrados debido a la singular personalidad de su promotor, Donald Trump. De la misma forma, el texto busca comparar la forma en que la nota es abordada por los medios de comunicación alrededor del mundo – principalmente estadounidenses y mexicanos – a fin de identificar de una mejor manera la línea editorial dominante en el manejo de una de las principales propuestas del líder de la autoproclamada nación más libre sobre la faz de la Tierra.

Propuesta presidenciable

A partir de su polémico inicio de campaña por la presidencia de los Estados Unidos el 16 de junio de 2015^[1], el ahora presidente Donald J. Trump ha mantenido intactas pocas de sus iniciativas dentro de su plan de gobierno. Una de las propuestas que le generaron mayor popularidad entre la población estadounidense – grupos latinos incluidos^[2] –  fue la construcción de un muro en la frontera sur del país.

La promesa de un muro no es novedad en materia de seguridad fronteriza, es una idea que en términos más recientes tuvo intentos de formulación por parte de anteriores presidentes republicanos como George W. Bush sin resultados fructíferos o palpables.

Sin embargo, ha sido una propuesta respaldada por actores importantes de la administración inmediata anterior a la actual. Así lo demuestran los testimonios de Jack Riley, segundo al mando de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) durante el periodo de Barack Obama. Riley admitió en una entrevista en torno a la búsqueda y eventual captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán que la construcción de un muro ayudaría a la disminución del tráfico de estupefacientes en la frontera sur estadounidense, argumentando que trabajaría con cualquier tipo de política que se tomara encaminada a detener a los criminales y el flujo de las drogas (Mora, 2015).

Para financiar su plan, el candidato Trump puso inicialmente sobre la mesa que México pagaría por el muro – postura que, aunque ha matizado durante su administración presidencial, mantiene firmemente – para después amenazar directamente a la mayor fuente de capitales entre Estados Unidos y México, las remesas ^[3]

Las posturas contrarias al muro tampoco tardaron en aparecer, tal fue el caso del discurso del expresidente Barack Obama en la Universidad de Rutgers, donde sin llamar al candidato por su nombre, dejó claro que el mundo se vuelve cada vez más interconectado y la construcción de un muro no frenará dicho proceso^[4]. A las declaraciones del exmandatario se les ha dado un seguimiento específico, debido a que lo consideran una figura relevante y aún presente en la opinión pública a nivel internacional. El sesgo hacia las opiniones de líderes demócratas por parte de medios mexicanos responde a la afinidad que estos tienen para con las comunidades latinas al interior de los Estados Unidos.

De la misma forma, figuras públicas como Leonardo DiCaprio han dejado clara su postura, de una forma menos incómoda para el mandatario estadounidense. La causa abanderada por el galardonado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas es la protección del medio ambiente y la biodiversidad^[5]. Según el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés) peligran especies como los búhos pigmeos, mariposas monarca, ocelotes y otras especies sin que se logre una reducción considerable a la migración humana o el tráfico de drogas.

Casos como el de DiCaprio contribuyen a visibilizar problemas como el del muro desde perspectivas más atractivas para los medios de comunicación, como la protección de especies contempladas por la comunidad internacional, acercando, los argumentos científicos en contra del muro a los usuarios de redes sociales. El acercamiento, a su vez, permite que se busquen las opiniones de expertos como Tim Keitt del Departamento de Biología Integradora de la Universidad de Texas, quien ha declarado que tan solo el levantamiento del muro podría tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente debido a la contaminación que supone su construcción, sin mencionar la afección a especies endémicas (EFEUSA, 2017) .

Estos expertos han conformado un lobby relevante en Estados Unidos, ofreciendo soluciones alternativas a la construcción de un muro en la totalidad de la frontera México – Estados Unidos, propuesta considerada por Trump y ahora, parte una nueva interpretación del muro, una vez que ha dejado de ser una propuesta de campaña.

Ejecución, prototipos y reacciones

Llegó el día de la toma de posesión del nuevo presidente de los Estado Unidos y con ello, el tradicional discurso inaugural del nuevo habitante principal de la casa blanca. El discurso se vio marcado por una moderación jamás vista en Trump. El mensaje de cambio, transformación y esperanza de corte populista que sostuvo durante su campaña se mantuvo, mientras que las amenazas directas a comunidades como la latina se vieron templados (ABC News, 2017).

La primera línea de defensa del proyecto de Trump ha sido la innovación, ya que, de la mano con la tecnología, ha permitido flexibilizar e incluso considerar el muro como una opción viable para combatir la migración, como nos lo demuestran Deirdre Bosa y Deborah Findling quienes narran a la CNBC la sofisticada tecnología que se usaría para la construcción del muro^[6]

Incluso se puso sobre la mesa la propuesta de un muro recubierto de paneles solares con el fin de que fuera pagado por sí mismo con una inversión inicial realizada por los contribuyentes estadounidenses^[7]

 A veinte días de asumir el cargo, Donald Trump estableció en rueda de prensa que su vicepresidente Mike Pence ya se encontraba a la búsqueda de mecanismos para comenzar la edificación del muro ^[8]

Las reacciones por parte de la sociedad civil organizada, cobijadas bajo el liderazgo de congresistas federales y estatales, tuvieron lugar en más de cincuenta ciudades del país y consistieron en marchas para exigir el cumplimiento de derechos humanos de los migrantes sin importar su condición de migración, la impartición de talleres enfocados a que la población latina conociera sus derechos en caso de redadas y deportaciones masivas.

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