Un tesoro encontrado con un falso valor en la actualidad

Un tesoro encontrado con un falso valor en la actualidad.

La educación hoy en día, no se manifiesta con su verdadero valor. En la mayoría de las ocasiones vemos como los niños y las niñas se expresan acerca de su colegio o su escuela como una obligación o un “castigo” por parte de sus padres, sin nunca imaginar que tienen en sus manos un tesoro invaluable. Lo nombrado anteriormente debería ser corregido, pues es evidente que la educación es lo único que nos queda para toda la vida y nos hace ser personas con vocación. Cabe destacar que gracias a la oportunidad que se me presentó de visitar un colegio público femenino en Neiva llamado Liceo de Santa Librada, y presenciar la clase de Inglés de las niñas de uno de los grupos de once precisamente el de la “Media técnica de Inglés”,  me pude dar cuenta de la importancia y valor que les debemos dar nosotros como estudiantes a los maestros, pues ellos lo entregan todo para hacer que nosotros nos incluyamos en el maravilloso mundo del conocimiento. Este grupo a lo largo de mis observaciones, mostró   poco interés en cuanto a los temas tratados en clase, no sabía valorar la amabilidad y destreza de su profesora, su nivel en el manejo del idioma Inglés no era equivalente con las horas invertidas durante cada uno de los períodos, le era muy difícil entender que en la clase de Inglés es indispensable el uso constante de este y no aprovechaba el cómodo ambiente que el colegio le brindaba por ser media técnica enfocada en el lenguaje universal.

        Primero que todo, el poco interés mostrado por las estudiantes en cuanto a los temas tratados en clase es un aspecto muy negativo pues, pudo haber impedido en gran parte que los logros u objetivos estipulados en el microdiseño respectivo se cumplieran debidamente; esto pudo haber implicado una pérdida de tiempo y por supuesto de un valioso aprendizaje. El poco interés se reflejaba en las frecuentes distracciones que tenían las niñas al realizar las diferentes actividades que se asignaban, cosas como, tratar otros temas con sus compañeras, y llevar a cabo acciones totalmente fuera del contexto académico llamaban más su atención que el propio contenido de la clase. No podría asegurar la razón por la cual la clase no se efectuaba de la mejor manera, pues en la profesora se notaban los anhelos porque sus estudiantes entendieran y aprendieran los diferentes temas de la lengua meta ,como: condicionales, adjetivos y vocabulario relacionado con la mente y el cuerpo; quizá todo eso era cuestión de edad, es decir que están atravesando por la etapa rebelde de su vida; o también porque el espacio en donde se encontraban no representaba un ambiente agradable para recibir una clase; aunque me permito refutar lo dicho, pues para mí es cuestión de aprender a darle prioridad a lo que realmente vale como lo es en este caso la educación y me consta totalmente que tenían una muy buena infraestructura para desarrollar cómodamente cada una de sus sesiones. Aunque, podría tomarse el “no uso de materiales audiovisuales” como uno de los principales problemas, pues la clase se tornaba aburrida y sin relación alguna con los temas en potencia de la actualidad como lo es la tecnología.

Por otro lado, las niñas no respondían a la amabilidad, destreza y dedicación de su profesora, pues muchas veces se expresaron de una forma en la que un estudiante nunca debería manifestarse frente a un maestro así sea el peor. Muchas veces la profesora intentaba buscar la integración del grupo a través de sus planes de clase, esto algunas veces se lograba mediante la participación pero siempre se formaba indisciplina. Aquí, es evidente la diferencia que existe entre ser estudiante y adaptarme al ambiente de clase sea cual sea, a ser alguien más allí observando lo que pasa y poniéndose en los zapatos de quien está tratando de explicar algo y que nadie le ponga atención; es en ese momento cuando pienso en mi futura profesión y lo difícil que debe ser hacer que todos atiendan cuando se habla. Aparte de su paciencia y dedicación, la profesora tenía un muy buen inglés, lo que indica que las estudiantes debieron haberse impregnado del manejo de la lengua meta, pues ella representaba una gran influencia en todo sentido porque trataba siempre de usarla y de exigir lo mismo a sus estudiantes, sin embargo, no obtenía respuestas muy positivas.

Por consiguiente, el desempeño del grupo en cuanto al manejo del idioma Inglés no era equivalente con las horas invertidas durante cada uno de los períodos, es decir que a pesar de recibir sus respectivas clases, su nivel de conocimiento de la lengua meta no las demostraba. Muchas veces eran incapaces de expresar contenidos que previamente habían abarcado en clase y seguramente era por su falta de atención, por lo cual decidían optar por la salida fácil… hablar en su lengua materna. En cuanto a esto, la profesora no tomaba muchas cartas en el asunto, pues no corregía a sus estudiantes cuando tenían falencias gramaticales, lo que hacía erróneamente era tratar de entender lo que le decían las niñas sin preocuparle de qué manera.

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