Una forma de vivir el periodismo

Una forma de vivir el periodismo

La ética está presente en muchos aspectos de nuestra vida, es la base de cómo deberíamos de actuar respecto a situaciones y problemáticas específicas que provoquen un dilema y cuestionamiento interno. Esta idea tiene un espacio en lo que se refiere al desarrollo profesional y al gremio al que pertenezca cualquier profesional que de verdad esté comprometido a cumplir con los lineamientos y reglas generales estipuladas dentro del código de ética de su profesión.

El Código de Ética del Periodista Venezolano cumple con ese concepto, también. Para el periodista venezolano es imprescindible conocer, internalizar y defender lo que está dentro del Código. La norma establecida que allí se encuentra tiene como propósito exigir deberes y responsabilidades al periodista venezolano respecto al desarrollo de su profesión en  algunos aspectos como: el medio en el cual se desarrolla, el gremio profesional y de cómo el periodista se relaciona con el Estado.

Algo que es reconfortante saber, sobre todo bajo el marco de la situación actual del país y de las amenazas de un gobierno autoritario, es que la norma y leyes dentro del Código también sirven para el periodista como una especie de escudo y armadura, una investidura que lo protege de cuando el derecho más importante y fundamental para los periodistas se ve violentado: la libertad de expresión.

Cuando existan situaciones que pongan en gravedad este derecho, además del bienestar personal del periodista venezolano, se puede reconocer también cómo muchos valores fundamentales sirven como cimiento para la creación de algunos artículos. El Código no solo entiende la parte profesional y ética del periodista, sino también su parte más humana. Dicho esto, el periodista venezolano cuenta con el apoyo de sus colegas cuando se vea en apuros, los cuales, por inercia, deben prestar su ayuda cuando sea necesario. Esto es una gran demostración de fraternidad, empatía y respeto a la profesión.

El Código de Ética del Periodista Venezolano es algo que queda impregnado y sellado en la esencia del periodista realmente comprometido a cumplirlo y que tenga vocación con el periodismo y Venezuela. Todos somos responsables de la permanencia del Código, aún incluso cuando otro colega no lo cumpla, debe mantenerse y entenderse como algo que está inherente y que debe defenderse. Nos podremos equivocar y meter la pata, porque no somos perfectos, pero el entender y reconocer el porqué de ese error es lo que nos hará excelentes periodistas. Y, es ahí, cuando el Código será una forma de vivir el periodismo, y nuestras vidas.

A pesar de que el Código de Ética del Periodista Venezolano cubre, en su mayoría, con todo lo relacionado a la profesión, existen algunos pequeños vacíos que deberían ser cubiertos. Bien sea por cuestión de vigencia, ya que la profesión evoluciona constantemente o, por otro lado, las condiciones políticas y sociales demandan un cambio forzado. La revisión de los artículos pertenecientes al Código debería ser algo usual, y es algo que no se hace de manera constante. Esto es necesario, ya que si bien los periodistas aceptan e internalizan el Código, cumpliendo con todo lo establecido, es importante tomar en cuesta la sostenibilidad de dichos artículos. Y tomar en cuenta la creación de otros, si es necesario.

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