VIDAS MINADAS

Vidas minadas

“Nadie entiende el horror de la guerra hasta que la vive”.

Es una realidad inminente que estamos en una absurda guerra que a veces ni creemos que nos afecta o evadimos esta realidad que a diario deja victimas, victimas afectadas por un asesino, si, un asesino que ni siquiera nos amenaza con arma blanca o con golpes y que nos ataca cobardemente, sin siquiera verlo, oírlo, ni saber que esta ahí, es un asesino destructivo que en la mayoría de los casos no mata y que no discrimina sexo, raza o nivel social, puede asesinar desde el niño que juega en el patio de su finca o casa, al campesino que labora sus tierras, a nosotros mismos y hasta el mismo terrorista que lo instala, si llega a cometer el mas mínimo error, este asesino es invisible y es un error fatal pisarlo, como ya hemos visto cientos de veces en las noticias o peor aun como antes veíamos, porque ya es solo una cifra mas que no interesa a nadie, este asesino se conoce como MINA ANTIPERSONAL.

Estas florecitas sembradas por los señores de la guerra no están hechas precisamente para matar, están hechas para algo que solo el peor de los psicópatas haría, y es torturar a las victimas y desmembrar cualquier segmento del cuerpo, esto seguido de la terrible infección que acompaña la amputación pero también este aparatito utilizado por los grupos armados no solo afecta a quien la pisa sino que perturba de forma indirecta a familias enteras, destrozando el entorno familiar, acabando con el bienestar moral y llevando a familias pobres a la miseria, muchas veces obligándolas al desplazamiento y así afectando el estado; en pocas palabras este juguete de la guerra no solo destroza miembros sino también vidas.

Pero… ¿realmente porque las minas son tan fatales?

Como ya lo habíamos mencionado con anterioridad la mina antipersonal esta diseñada no para asesinar sino para torturar y este es el objetivo de estos grupos armados. Según los señores de la guerra el fin es crear en el estado un gasto, debido a que estas personas ya sean civiles o militares necesitarán una indemnización de parte del gobierno, pero el resarcimiento no en todos los casos se da, muchas veces el estado solo brinda una prótesis a la victima y… ¿después que?

El estado debe garantizar el futuro de estas victimas pero no obstante no se debe desconocer el esfuerzo que hace, aunque a veces parezca una labor incompleta, porque al fin y al cabo los actores armados ponen las minas, el pueblo las victimas y en muchos casos el gobierno la plata y no es fácil responderla a tantas personas, como dicen ellos, porque realmente son muchas.

La ley dice que la victima tiene un año de plazo para recibir la ayuda, pero por falta de información, las victimas no acceden, ni se enteran que el estado debe contribuir con 90 mil dólares, que esto equivale más o menos a unos 200 millones de pesos colombianos, para gastos de rehabilitación, prótesis, entre otras cosas, pero como el pobre poco sabe de leyes y en este caso se ve evidente, muy pocos reclaman y, aunque algunos si lo hacen, el gobierno pone miles de trabas.

Las

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