Vida y muerte del espacio público

Alumno: Martínez Hernández Gerardo

Vida y muerte del espacio público.

La denominada “Crisis del espacio público” es de vital importancia para comprender a la metrópoli contemporánea ya que es un tema que desde loa años noventa se ha convertido en una preocupación generalizada para aquellos que estudian las grandes ciudades, estos mismo establecen que las transformaciones experimentadas habrían implicado un franco retroceso en la vida urbana pública.

Estos espacios públicos son procesos del abandono, el deterioro, la privatización de los espacios y la segregación. Esta crisis es vista entre líneas como una amenaza para la existencia de las ciudades, es decir al hablar de crisis hablando de manera no siempre explicitas se entiende como el fantasma de la desintegración urbana, la imposibilidad de “vivir juntos” en las grandes ciudades y la disolución de lo urbano como lugar de encuentro y de intercambio.

Habermas explica que darse cuanta del proceso y las circunstancias en las que, durante los siglos XVII y XVIII se construyó una esfera en la que los ciudadanos participaban, mediante la opinión y el debate abierto, en asuntos de interés para el estado, eran llevados acabo en lugares concretos, y su papel era darle un estado físico y espacial a una esfera publica civil en la sociedad moderna.

La esfera y los espacios públicos estaban relacionados a los atributos atribuidos a la primera en la filosofía política y la teoría social contemporánea, los segundos estaban bajo la forma de la construcción de una suerte de tipo ideal que remite a un conjunto de atributos propios de los espacios públicos de la ciudad moderna.

El espacio público moderno ideal está asociada a ciertas formas de organización del espacio urbano, las cuales son propias de las ciudades occidentales hasta aproximadamente mitad del siglo XX.

Dividida en cinto formas fundamentales:

Las dos primeras están constituidas por los espacios centrales, están en dos modalidades fundamentales; una, la configurada por lo centros antiguos, históricos o tradicionales. En los cuales se concentraban un conjunto de actividades, locales y lugares que hacia de ellos un punto de convergencia de actividades laborales, recreativas, de consumo, y de acceso a servicios especializados para prácticamente el conjunto de habitantes de la metrópoli.

La tercera correspondía, a las grandes ciudades que se desarrollaban siguiendo lo que podríamos llamar la modelo continental europea, los cuales representaban ciudades centrales, una oferta comercial y recreativa básica.

La cuarta representaba los grandes equipamientos públicos destinados a la recreación, particularmente los grandes parques urbanos, concurridos sobre todo durante los fines de semana y que permitían, combinar el paseo con la recreación de diversas actividades recreativas.

Y La quinta formaba los nodos de circulación y transporte como las estaciones de tren, el metro y los autobuses, los cuales combinan y hacen posibles los flujos y desplazamientos de población a diferentes escalas, desde los movimientos cotidianos de ida y vuelta del trabajo.

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