Viejos y olvidados

VIEJOS Y OLVIDADOS

En un semáforo de la ciudad, de cuando en cuando se acerca a mi vehículo una mujer de la tercera edad; cada vez que habla revela que su dentadura frontal ya casi no existe, andrajosa y con una lata en la mano, en el semáforo, cada vez que logra abordarme en el cambio de luz en el semáforo, no se cansa de relatarme su triste historia: “Yo tengo un hijo que es abogado”, me dice siempre, “pero no me ayuda, a él le va bien, pero se ha olvidado de mí, usted lo ha de conocer”, me refiere siempre, pero nunca me ha dicho su nombre, ni tampoco se lo he preguntado. Desde la primera vez  que oí su historia me pregunté cómo es posible que los viejos en nuestro país vivan en un abandono tan grande, independientemente, de esta historia, la realidad de los ancianos en Honduras es realmente dramática.

A veces con el trato que les damos, lo poco que los escuchamos aunque solo sea por cortesía, sin que sigamos sus indicaciones, con las pocas tareas que pueden ya desarrollar plenamente, les hacemos sentir que son una carga y que no nos resultan útiles en nuestras vidas, haciéndoles más amargos estos últimos días, que deberían ser un recuento en paz y serenidad de todos esos años que lucharon por darnos lo mejor de sí mismos.

La mayoría de las veces vemos como las personas mayores sufren de abandonos por sus hijos lo cual se ven obligados a mendigar en las calles como lo menciona la nota. No existe ningún derecho donde se de cuidado o se proteja los derechos humanos del adulto mayor en el país vemos que la mayoría son olvidados y maltratados siendo una carga para sus hijos insensibles, se ven muchos casos donde son maltratados física y emocionalmente lo cual hace que no tengan una buena salud mental. En Honduras no existe ni el más mínimo cuidado en otros países son obligados a darles pensiones para que tengan una vida digna sin necesidad de caer en condiciones precarias, también cuenta con salud gratuita donde no se le cobra por medicinas o por la consulta de un medico, En China, hace un tiempo se aprobó una ley que obliga a que los hijos deben atender las necesidades de sus padres mayores, que deben cuidar de ellos, que deben visitarlos y aún atender sus necesidades sociales, aunque la legislación no indica sanciones en caso de incumplimiento, resulta interesante, la imposición de tales obligaciones para con los padres, las cuales incluyen no solo las necesidades materiales de los ancianos si no sus necesidades espirituales. En Honduras como toda ley, inspira grandes ideales e incluye sanciones, pero nadie las cumple. De hecho la negación de la asistencia económica de los padres para con los hijos menores, así como de los hijos para con sus padres constituye en delito según nuestra legislación penal, pero por supuesto, esto constituye otro de los anhelos incumplidos de nuestras leyes.

 En Honduras es todo lo contrario en una investigación de la BBC se llevo a la conclusión de que Honduras es el peor país para envejecer en América latina. ¿Que esta haciendo el gobierno al respecto? Nada vivimos en un país donde no importa el proletario solo los mas ricos se benefician del poder que se otorgaron así mismo, tampoco hay sensibilidad en las personas donde no les importa como esta el adulto que les dio la vida y les ayudo en algún momento de su vida y lo único que hacen es recibirlo con mala paga maltratándolo o abandonándolo en un asilo para anciano que por caridad de otras personas siguen en pie haciendo su labor. Un descuento de tercera edad no es suficiente, los adultos mayores necesitan una calidad de vida digna donde puedan vivir sus últimos años.

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