Violencia Autoinflingida

Consecuencias de la violencia Autoinflingida

José Marino Salvador Huamani, Jhon Esly Laura Pilco, Daniel Marcelo Rondon Salazar.

Universidad Nacional de San Agustín – Ingeniería Geológica

jsalvadorh@unsa.edu.pe, drondons@unsa.edu.pe, jlaurapi@unsa.edu.pe 

1. INTRODUCCIÓN

Cada año más de 1.6 millones de personas en todo el mundo sufren de todo tipo de violencia. Y el 2 % de ese total es resultado de lesiones autoinglingidas. Sin embargo, la generación más afectada es la adolescente pues en su gran mayoría ellos son los que representan ese 2%.

Todos hemos escuchado acerca de un adolescente que se inflige daño debido a un problema alimenticio o por el abuso de fármacos; estas son las formas más comunes de autoagredirse siendo el suicidio la más radical y definitiva; pero partiendo siempre de una hostigación que conllevará a una depresión. Pues teniendo en cuenta el concepto que el diccionario jurídico temático de criminalística y ciencias forenses, en su tomo número seis, nos dice que la violencia es una acción agresiva; en atención a la anterior definición, se tiene entonces que la violencia autoinfligida es el exceso de la fuerza física y/o mental, que ejercemos sobre nuestra persona. Esto se ha vuelto algo tan común en la “generación de los efebos” que no estamos llegando a pensar en la magnitud de las consecuencias que si o si repercutirán negativamente en su vida futura. [1]

1. DESARROLLO

En primer lugar, un adolescente con problemas desarrollará una baja autoestima que mantendrá a lo largo de su vida, sin poder desarrollar habilidades sociales (autismo) pues nunca encontrará un apoyo que le ayude a impedir esta autoagresión, además que pensará que todo el mundo está en su contra. Luego, podemos deducir que de tanta depresión siempre existirá una especie de inclinación hacia el suicidio y será un problema familiar muy grave pues su familia siempre tendrá una desconfianza en él y en las decisiones que pueda tomar. Otro ejemplo de consecuencia negativa la encontramos según una encuesta realizada en el 2019 a jóvenes en depresión, en la cual se obtuvo como resultados. [2]  

que el 98% de los jóvenes con depresión e inclinaciones de autoviolencia tienden a dejar las escuelas en su formación secundaria. Por lo tanto, eso significa que en la gran mayoría los jóvenes no conseguirán una formación profesional.

Se sabe bien que los adolescentes cuando tienen problemas se sumergen casi siempre en el mundo del alcoholismo y drogadicción con el fin de mitigar la depresión ocasionada por sus hostigadores. Por último, aparte del autismo pueden desarrollar otras enfermedades menos ligadas a la depresión como el retraso mental, esquizofrenia, bipolaridad, etc. [3]

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