“Violencia percibida por mujeres adultas mayores de Nuevo León”

Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano

Investigación Social Cuantitativa

“Violencia percibida por mujeres adultas mayores de Nuevo León”

Integrantes del equipo

Fecha de entrega y hora*

CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

1. Definición de problema social.

La violencia hacia los adultos mayores^[1] ha sido un problema social y público de alta recurrencia tanto en México como en otros contextos en el mundo, no obstante a pesar de la gravedad del fenómeno no se cuenta con estadísticas claras que hablen con exactitud de la magnitud del mismo, ni de las repercusiones interpersonales, sociales, políticas, familiares y culturales que trae consigo el maltrato hacia las personas mayores. Este hecho se relaciona directamente con que en mayor medida los actos de violencia son perpetuados dentro del ámbito privado y/o familiar de las personas mayores lo que repercute a su subestimación. Bajo este tenor, ante la invisibilidad de las agresiones cometidas hacia los senescentes es evidente que este tipo de violencia es un problema social que demanda investigación al respecto.

Como punto de partida, se puede señalar que la conceptualización de violencia ha sido objeto de múltiples debates dentro del área académica y específicamente del área de la geriatría y la gerontología social, campos que han aportado diferentes perspectivas para abordar el fenómeno. Ante esto, y para efectos de esta investigación, se tomará como referente la definición aportada por Adams (2012), quien define la violencia hacia personas mayores como el conjunto de agresiones psicológicas, físicas, sexuales y abandono, así como aquellas situaciones de abuso económico o patrimonial, actos que generalmente son perpetuados por familiares en mayor medida, y por otras personas ajenas a la familia de forma menos recurrente, por lo que, el hecho de que la violencia a las personas mayores sean cometidas dentro del seno familiar favorece su invisibilidad. Para la autora, las personas que sufren algún tipo de violencia aumenta su vulnerabilidad biológica, psicológica y social y tiene graves consecuencias en su calidad de vida.

Álvarez (1997, citado en Adams, 2012), por su parte señala que hay que tomar en cuenta que la violencia hacia los adultos mayores puede ser un acto voluntario, accidental o fortuito que conduzcan a una  ofensa o descuido físico, psicológico, emocional, social o económico infringido a una persona mayor de 60 años, por parte de los hijos, sobrinos, hermanos, familiares, terceros, la sociedad o por el medio en el cual se desenvuelve. En el mismo sentido, para Autor (0000), la violencia hacia las personas mayores contempla aspectos como la infantilización, la despersonalización, la deshumanización y la victimización^[2] en las que se considera al anciano como un ser pasivo, dependiente y objeto de cuidado, situación que favorece la ocurrencia de algún tipo de episodio violento.

Consecuentemente Espín, Valladares, Abad, Clarivel y Gener (2008), nos aportan una clasificación de la violencia hacia las personas mayores, los cuales la catalogan desde tres perspectivas que tienen que ver con el agente activo que comete el acto de violencia, entre su tipología contempla la violencia autoinflingida, la violencia interpersonal y la violencia colectiva. La primera de ellas estipula que es el propio sujeto el que comete actos violentos contra sí mismos, generando pensamientos autosuicidas, autolesiones e incluso la muerte. La segunda, comprende el acto de violencia generado por familiares, parejas, vecinos o conocidos, es decir que es perpetuado por un sujeto que está dentro del círculo social y familiar de la víctima. Y en último lugar está la violencia colectiva, que es generada por grandes grupos de personas, la comunidad, la sociedad e incluso el Estado quienes generan la discriminación y vulnerabilidad de las personas mayores en un contexto específico.

Algunos estudiosos que han trabajado directamente con este problema social nos señalan que los principales tipos de violencia hacia las personas mayores son la violencia física, la violencia psicológica, la violencia sexual y la violencia financiera (Martina, Nolberto, Miljanovich, Bardales y Gálvez, 2009; Silva, Del Río, Motta, Coelho y Partezani, 2015). Al hablar de violencia física los autores refieren que con aquellas acciones intencionadas para agredir físicamente al otro, lo cual comprende pellizgos, aventones, bofetadas, golpes, etc. Por su parte la violencia psicológica tiene como objetivo socavar el autoestima de la persona mayor haciéndola sentir inútil, la cual se manifiesta a través de la ridiculización, la mofa, los insultos, los gritos, el menosprecio etc. La violencia sexual son aquellas acciones que tienen por objetivo forzar a la victima a mantener cualquier tipo contacto sexual con o sin penetración, violencia que regularmente recurre a la manipulación, la amenaza y la coacción (Op cit).

1. Antecedentes .

1. Internacionales.

La violencia y el maltrato hacia las personas mayores es un problema importante de salud pública. Aunque hay poca información sobre el alcance del maltrato en la población de edad avanzada, especialmente en los países en desarrollo, se calcula que 1 de cada 10 personas mayores ha sufrido malos tratos en el último mes. Probablemente la cifra esté subestimada, puesto que solo se notifica 1 de cada 24 casos de maltrato a personas mayores, en parte porque los afectados suelen tener miedo de informar a sus familiares y amigos o a las autoridades. En consecuencia, es probable que todas las tasas de prevalencia estén subestimadas. Aunque los datos rigurosos son escasos, un estudio (CUAL) ha aportado estimaciones de la prevalencia de los tipos más frecuentes de maltrato en países de ingresos elevados o medios.

En general, la violencia hacia el adulto mayor ha sido abordada por distintos autores e investigadores. En un Seminario Internacional realizado en Lima, Perú, el 4 y 5 de febrero de 2008, al cual asistieron diferentes países para debatir cuestiones relevantes sobre violencia, se presentó una exposición que dio origen a un artículo que elaboró Garmendia (2011), en el que se presenta una revisión general elaborada sobre la violencia en América Latina, esta revisión muestra los índices de violencia existentes, dentro de la misma se encuentra la violencia ejercida hacia los adultos y adultos mayores.

En el artículo se muestra información sobre la violencia sufrida durante esta etapa de la vida, y se mencionan cifras en base a información recopilada en Perú, estás cifras indican que el 1.9% de la población de personas mayores sufren violencia por parte de su familia, esto equivale al 3.2% del total de casos atendidos en Perú, de los cuales el 74.4% son mujeres y el 25.6% varones.

Los adultos mayores son maltratados de diferentes formas, la manera más frecuente es la violencia psicológica por medio de insultos y/o humillaciones la cual es experimentada por el 66.3% de los adultos mayores violentados. Otras formas de violencia hacia ellos tienen que ver con el rechazo, que es vivido por el 48.8% de las víctimas de violencia, las amenazas de muerte por el 40%, el maltrato físico por el 39%, y el abuso sexual, que aunque es el menos presente también es de suma importancia, se presenta en el 2% de los casos.

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