Vocacion
Enviado por fedinino • 17 de Abril de 2015 • Informe • 2.227 Palabras (9 Páginas) • 192 Visitas
VOCACIÓN
En mi opinión ser docente es una profesión noble y enriquecedora, para quien realmente la ama y siente una total satisfacción al relacionarse con esta, pero puede ser una muy mala decisión si se llega a ella solo por tener un título profesional o un sueldo seguro.
Para ser educadora hay que tener vocación, es decir amar por completo la docencia de forma sincera y estar convencidas totalmente, para así, poder realizar las tareas que conlleva con una actitud positiva.
En las manos de los docentes está la formación de los futuros ciudadanos de nuestro país, una de las misiones principales de éste es enseñarles a amar y respetar todo lo que está en su entorno. Pienso que es importante ser cautelosos y predicar con el ejemplo, es decir, si se quieren alumnos con buenos principios, primero debemos autoevaluarnos y mejorar en el ámbito personal y docente para crear en el aula ese ambiente de mejora.
La vocación en educación, debe ser el principal conductor de la acción docente, la persona que escoge esta profesión es porque tiene la seguridad. Ser educadora no es algo lucrativo como otras profesiones, y el escogerlo permite que la persona considere más los valores de su vocación que los intereses materiales o económicos.
Según el diccionario Larousse la palabra vocación significa “llamada”, por lo tanto se puede decir que es un llamamiento, inclinación o aptitud a cualquier estado o profesión.
La sociedad debe lograr que los ciudadanos puedan vivir de hacer algo que les guste, hacer de entre todo lo bueno que esta demanda, pues cuando la persona no vive de hacer lo que le gusta no puede ser plenamente feliz. Sin embargo estas características no se da en todos los docentes, ya que han elegido la profesión por alguna circunstancia, ya sea por el salario, por herencia de una plaza, porque las obligaron, no tuvieron otra opción, entre otros, y no por vocación. Esto es un gran error; en primera porque no disfrutan y no les crea felicidad su trabajo, y por consiguiente no lo hacen de una manera favorecedora en la que ayuden en la superación como persona y adquisición de aprendizajes significativos a los alumnos.
Hay que estar conscientes que el ser docente está muy susceptible a los cambios sociales, culturales, políticos, tecnológicos, entre muchos otros más. Y es por eso que tiene el desafío permanente de contribuir en la formación de individuos que forman parte de la sociedad, para que sean capaces de enfrentarse a dichos cambios sociales y tengan la capacidad de transformar en mundo que se nos presenta en la actualidad, a través del desarrollo de distintas competencias para la vida.
Quien tiene vocación docente es alguien que siente la necesidad de brindar apoyo y contribuir al mejoramiento de nuestra sociedad, de igual manera tiene esas virtudes como lo es la paciencia, respeto, humildad, compañerismo, comprensión, entre muchos otros aspectos más, pero que sobre todo ame compartir sus conocimientos y estar siempre dispuesto a mejorar y aprender de diversas situaciones, alumnos, compañeros de trabajo, contextos, problemáticas, etc.
Alguien con vocación docente debe ser humilde, debe conocer sus limitaciones personales, tiene que sentirse totalmente seguro de lo que conoce y de lo mucho que se puede aprender con el paso del tiempo y experiencias; así como los alumnos aprenden de las educadoras, ellas también aprenden de sus alumnos, hay que estar en vanguardia y acoplarse a los cambios constantes que sufre la sociedad día con día, y buscar la manera de superarlos y mejorar.
Dentro del ámbito educativo se encuentran inmersos la enseñanza y el aprendizaje, este se da cuando un individuo está dispuesto a enseñar (docente) y otro a aprender (alumno), la persona que enseña debe poseer vocación para llevar el proceso de una manera satisfactoria. Cuando hay un compromiso de enseñanza-aprendizaje, el docente y el alumno van juntos en ese camino, ya que uno no puede desarrollarse sin el otro.
Como ya se mencionó con anterioridad la vocación es un compromiso de servicio, es la disposición de transmitir conocimientos, habilidades y actitudes; implica también el gran esfuerzo día con día para despertar en el alumno el gusto por el conocimiento, esa curiosidad que los niños desde edades tempranas tienen para llegar a la verdad o comprobar hipótesis que se crean, y lo más importante es motivar al alumno para que con el paso del tiempo sean mejores personas y puedan enfrentarse y resolver los retos que se le presentan a lo largo de su vida.
La vocación no es un simple propósito o algún proyecto, es algo previo a eso, es un sentir que se nos impone desde nuestro interior, es algo que realmente se desea.
Por todos los cambios que ha sufrido la educación como lo son las distintas reformas que se han implementado en nuestro país, se ha dejado a un lado la verdadera vocación en los docentes, se ha desviado ese objetivo principal que un maestro debe lograr en sus alumnos; ahora se ve más como un oficio, un sustento, un trabajo más, y no como una pasión y compromiso de formar individuos para el bien. Muchas educadoras no disfrutan el enseñar, solo hacen lo que pueden, lo que el tiempo les da, ya no se transmite al alumno el amor por aprender, el hacerlos sentir motivados, que sientan felicidad al asistir a la escuela, ahora los pequeños lo ven más que nada como una obligación, algo que simplemente tienen que cumplir y ya.
Es por los aspectos anteriores que puedo decir que amar lo que se hace realmente provoca un cambio en todos los aspectos. La motivación del docente hacia el alumno es algo que se da en el interior de estos
Muchas personas creen que el ser docente es una tarea fácil, en donde llaman a las educadoras “niñeras” de sus hijos, las cuales solo son las encargadas de cuidarlos mientras los padres de familia trabajan. Esta forma de pensar con el paso del tiempo ha ido cambiando, gracias a
Muchos ven la docencia como una vía fácil para adquirir un grado universitario e insertarse en el mercado laboral, inclusive según este mismo autor la docencia ocupa uno de los últimos lugares en la escala vocacional y no se le reconoce la importancia que tiene. La mayoría de los jóvenes piensan en ser abogados, médicos o ingenieros y algunos de los que entran a educación lo hacen porque no alcanzaron el promedio necesario para estudiar las carreras antes mencionadas. Es cierto que en el proceso de esta carrera al menos en nuestro país, los estudiantes de educación tienen la opción de realizar lo que llamamos la práctica docente, en donde los estudiantes pueden decidir si realmente tiene vocación docente o no.
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