Mi vocacion

Mi vocación

Como vocación me gusta mucho la escritura en prosa, los cuentos y las novelas, sobre todo aquellas que están narradas en primera persona, aunque ya me voy acostumbrando a la narración de un tercero … la poesía casi no es de mi agrado, me parecen elementos muy complicados y difíciles de descifrar, (uno de mis problemas es la falta de soltura literaria y del afán de la búsqueda de la lógica de una manera fría que deseo de todo corazón deshacerme) sin embargo, aunque incomprendida, también me es un poco grata. Otros de mis gustos son el cine, la creación multimedia de video y sonido, al igual que la fotografía. Mis géneros favoritos de novela son el terror y la ciencia ficción así como el género de lo fantástico, creo que hay que ser un individuo muy creativo para la invención de argumentos no habituales dentro de la vida cotidiana.

Los textos de figuras fantásticas y terroríficas son de mi mayor interés, me encantan escritores como Anne rice y Stephen King, que logran sobrepasar el velo de lo sobrenatural para adentrar al lector en un literatura fresca que no está exenta de sangre y situación bizarras. Me encantas los temas de índole maravillosos; fantasmas, diablos, Ángeles, zombis, vampiros, brujas ext.

De niña mi primer libro fue uno titulado “Las tormentas del mar embotellado” donde a grandes rasgos narra las aventuras que tienen unos niños en un mar fantástico que estaba dentro de una botella. La moraleja principal de este libro tenía como finalidad invitar al lector a apreciar su entorno, saber amarlo, considerarlo y vivirlo como si fuese la primera vez que estuviera allí.

 Después, (aunque de niña no estaba muy interesada en la literatura, si no en el dibujo), mi madre me compró libros para que me interesase en la lectura, uno de ellos recuerdo muy bien se llamaba “Caldo de pollo para el alma del adolescente”, que relataba en pequeños cuentos, situaciones de vida de adolescentes –ahora ya adultos– y como lograron sobrellevar sus problemas. También recuerdo que mi madre me compró “El diario de Ana Frank”, este último nunca lo terminé, debido a que se me hacía extremadamente cruel y a mi parecer tocaba puntos muy fuertes –la tortura y la muerte– (me horrorizaba todo lo que tuviese que ver con el holocausto de Hitler).

El primer libro por el que tome un interés fuerte y puro fue por el libro de Frankenstein. Esos días los recuerdo muy bien; me encontraba –creo que era primavera, después de mi cumpleaños número quince–, haciendo una tarea en un libro de español, –nunca fui muy buena estudiante–, entonces, terminando  el ejercicio de la respectiva página leí que “Frankenstein” el famoso monstruo de las películas de antaño era un libro muy antiguo escrito por una mujer, esto me suscitó una sorpresa y caí en un círculo de deliciosa incógnita, pues en ese tiempo me estaba interesando mucho el género de terror y la ciencia ficción como sea que estuviese plasmado, además del hecho de llamar mi atención el factor de que ese libro tan antiguo estuviese escrito por una mujer, pues tenía entendido que en ese tiempo las mujeres eran un circulo marginado de la sociedad y me quede con esa curiosidad. Días después, una noche –mi madre solía hacer las compras de noche– acompañe a mi madre a la tienda Wal-Mart para comprar despensa y pasamos por la sección de tarjetas de regalo y vi que en uno de los estantes estaba el libro de “Frankenstein” al módico precio de veinticinco pesos, entonces me emocioné, le pedí a mamá que me lo comprase y ella accedió; termine el libro en tres días y quede fascinada; simplemente amé los personajes, a Víctor – mi interés creció pues ese era el nombre del primer chico que me había gustado–, a la pobre Elizabeth y sobre todo al desdichado e incomprendido monstruo Frankenstein.

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