Ética En El Congreso Del Perú

Los países de América Latina a partir de la última década de los noventa fueron un espacio de prácticas de las políticas neoliberales a través de la estrategia de la globalización económica. Uno de los efectos que, aunque ya existía, pero se incrementó es la corrupción. Dicho problema toco los diferentes ámbitos de la vida pública: político, económico, social y cultural. En el Perú la corrupción ha llegado a todas las esferas, pasando por los diversos poderes del estado (ejecutivo, legislativo y judicial) así como niveles de gobierno (Nacional, regional o local), en suma ha tocado ha gobernantes (presidentes, ministros, diputados) y a gobernados (ciudadanos, ONG´s).

El Congreso de la República del Perú o Congreso Nacional del Perú, es el órgano que ejerce el poder legislativo en nuestra patria, ocupando un estatus importante dentro del Estado Peruano, por lo que los congresistas deben ser un ejemplo para todos los ciudadanos de nuestro país, sin embargo el comportamiento dista mucho de lo deben hacer.

En nuestro país existe una organización encargada de juzgar las acciones antiéticas y morales de los congresistas, la cual es denominada “Comisión de ética del congreso”. Pero esta organización no cumple de manera eficaz su labor debido a que deja de sancionar a muchos de los congresistas por el contubernio que existe entre ellos y es así que el Congreso tiene más de 250 denuncias a sus miembros y solo diez casos sancionados. El hecho que el congreso peruano tenga una Comisión de Ética es como si no existiera porque no cumple con su misión de sancionar los actos de corrupción y si esta no sanciona, más bien blinda, como sucedió con el caso a Congresista Cenaida Uribe y otros parlamentarios, entonces estamos hablando de una comisión que no sirve para acabar con la corrupción. Esta forma de actuar muestra un mensaje nefasto para nuestra sociedad. La renuncia del presidente de la Comisión de Ética, Humberto Lay, seguida de la salida de otros miembros como Mauricio Mulder y los integrantes del PPC y Fuerza Popular, puso a la famosa Comisión en la cuerda floja haciéndonos reflexionar sobre la situación actual del Congreso de la República, donde los padres de la patria, llamados otorongos, que si no caen resbalan cuando no en el delito, en la falta ética.

No es imposible resolver el problema de la corrupción, sin resolver el problema moral. Ningún gobierno podrá operar sus instituciones de manera óptima o eficiente si antes no educa en la honradez y probidad a su personal.

La rendición de cuentas en materia de uso de recursos, cuando no se acompaña de ética, se reduce a justificar los gastos, sin que ello impida el problema de la corrupción. Una corrupción fina se acompaña de una excelente transparencia y rendición de cuentas.

Para gobernar, pero gobernar bien, es necesaria la máxima capacidad, lealtad y excelencia de quienes ocupan los cargos

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