Ética y ciudadanía: el Civismo como una fuente de convivencia social
Enviado por Luis David Aguirre Flores • 2 de Noviembre de 2015 • Documentos de Investigación • 772 Palabras (4 Páginas) • 958 Visitas
5.6 Ética y ciudadanía: el Civismo como una fuente de convivencia social
El desarrollo y el fortalecimiento de esquemas éticos y morales contribuye a que las personas tengan también una disposición para reflexionar y discutir de manera equilibrada y mediante alternativas pacíficas las cosas que preocupan en una sociedad a los ciudadanos, implica saber escuchar a los demás, respetar la libertad y la autonomía de las personas, solidarizarse con las causas sociales, aceptar las diferencias, tomar decisiones responsables, participar en democracia y muchas otras cosas más. El comportamiento de los ciudadanos debe responder tanto a sus principios y esquemas internos de convivencia social, como a aquellos que una sociedad ha sancionado mediante los procesos establecidos y que contemplan un determinado grado de obligatoriedad, como las leyes. El civismo aporta elementos para ello y la ética, así como la ética profesional, son condiciones que posibilitan que las actitudes cívicas se fortalezcan o se desarrollen si fuere el caso. Hay una urgencia real de contribuir de forma específica a la formación y/o construcción de una verdadera ciudadanía. De esta forma, cerramos este texto con un tema de suyo importante, basando las ideas fundamentales en los trabajos de Victoria Camps y Salvador Giner, Manual de civismo.
Por ética cívica se puede entender el conjunto de los mínimos, de justicia que existen en las concepciones morales de una sociedad pluralista, con respecto a los cuales ninguna sociedad quiere retroceder, al menos verbalmente. Se consideran valores mínimos de una ética cívica:
La libertad, entendida como:
• Autonomía moral.
• Autonomía política.
La igualdad, entendida como:
• Eliminación de la dominación.
• Garantía del mínimo material social y cultural para que cada persona pueda desarrollar una vida digna: ingresos económicos dignos, educación, vivienda, asistencia sanitaria. etcétera.
• Igualdad de oportunidades de ocupar cargos y empleos disminuyendo las desigualdades naturales y sociales de nacimiento.
• Procuración de que todas las personas tengan un razonable nivel de autoestima.
La solidaridad, que exige dos tipos de acción:
• Apoyar al débil para que alcance la mayor autonomía y autoestima posible.
• Explotar al máximo los nuevos talentos en provecho de la sociedad.
La tolerancia o respeto activo de aquellas concepciones de felicidad que no compartimos.
Una actitud dialógica para resolver los problemas. Utilización del diálogo como único recurso para solucionar los conflictos. Especialmente los conflictos sociales humanos.
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