Cazadores de microbios - Roberto Koch
Enviado por andreafer2798 • 15 de Diciembre de 2015 • Resumen • 1.156 Palabras (5 Páginas) • 392 Visitas
Roberto Koch
Mientras Pasteur seguía asombrando a todos con sus descubrimientos, en otra parte del mundo un joven llamado Roberto Koch se dedicaba a estudiar medicina, era un joven soñador y aventurero, aunque más allá de estar sumergido en libros su mayor sueño era ser explorador o en dado caso médico militar o naval para así visitar países remotos. Sin embargo Koch tuvo que hacer su internado en un manicomio de Hamburgo un lugar remoto donde ni si quiera le podían llegar los descubrimientos de Pasteur sobre los microbios. Se caso con Emma Frantz con la condición de que tenía que abandonar todas las ideas viajar y explorar y se asentara en Alemania ejerciendo su profesión, Koch acepto y practico la medicina aunque siempre le pareció algo monótono, daba recetas, atravesaba a caballo para atender algún parto, mientras que en diferentes partes del mundo las personas comenzaban a abrir los ojos haciendo toscos experimentos o comentar las teorías de Pasteur. En cierto momento parecía que su destino seria consolar enfermos y salvar moribundos que no siempre lo conseguía, Koch se sentía aburrido, inquieto, no fue hasta su vigesimoctavo cumpleaños cuando su esposa le regalo un microscopio para que se distrajera ella no sabía lo que hacía pues en ese aparato Koch viviría las aventuras más grandes de su vida aun mas de las que podía encontrar en países exóticos. ¿Cómo puedo curar la difteria, si ni siquiera conozco su causa? Si el doctor más sabio de Alemania tampoco la conoce, esas eran las amargas reflexiones de Koch, si bien era cierto que los descubrimientos de Pasteur eran brillantes nada probaban acerca del origen y las causas de los padecimientos de la Humanidad. Se podía describir a Koch como un hombre insatisfecho, con muchos cuestionamientos y dudas cansado de la monotonía, eso hasta que llegara a su vida el microscopio. El carbunco era por aquel entonces una enfermedad misteriosa que mataba a las ovejas y hasta las vacas, era una plaga que no respetaba reglas, un cordero podía estar normal por la mañana, aquella misma tarde con la cabeza baja se negaba a comer y para la mañana siguiente lo encontraban muerto, con la sangre hecha una masa y así sucedía hasta con todo el rebaño de algún campesino, sin tener manera alguna de impedirlo. Fue cuando Koch empezó a olvidarse de hacer visitas profesionales, cuando encantaraba en el camino a una oveja muerta y visitaba las carnicerías para ver de qué granja provenía para ver los estragos del Carbunco. No contaba con mucho tiempo libre para hacer sus investigaciones, ponía gotas de sangre negra de las vacas muertas entre dos laminas fue cuando vio pequeños bastoncitos mas tenues que la seda fina que flotaban entre los glóbulos sanguíneos. Otros hombres de ciencia ya habían nombrado a esos bastoncitos como bacilos, gérmenes vivos y la cusa real e indudable del carbunco, pero no podían demostrarlo y nadie más que Pasteur lo creyó. Esto no le importaba en los mínimo a Koch, así que en lugar de examinar a los animales enfermos comenzó con los que estaban vivos, hasta que encontró una forma de contagiar de carbunco a los ratones con una astilla contaminada por medio de un corte que le había hecho en la cola, al día siguiente encontró al ratón muerto, le extrajo el hígado y los pulmones registrando de paso todos los rincones y poniendo gotas de sangre
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