El hombre más grande no sería nada sin el calor y el confort que una familia le otorga de niño

El hombre más grande no sería nada sin el calor y el confort que una familia le otorga de niño, tal vez, difícil sea entender la magnitud del problema, el hombre más ciego es aquel que no quiere ver, no se necesita mucho para descubrir que en la familia, está el núcleo de nuestra sociedad.

Insignes miembros del jurado calificador, selecto público, amante del arte de Demóstenes y de Marco Tulio Cicerón, jóvenes, titanes de la oratoria en esta ocasión, nos convertimos en voceros del pensamiento, porque con el uso de la palabra, es que hemos llegado hasta esta tribuna, la jornada de la palabra apenas comienza. Con gran emoción represento a la Escuela Primaria Vespertina Belisario Domínguez del municipio de San Juan Guichicovi diserto ante ustedes un tema de suma importancia en nuestros días: Los Valores Familiares.

Ya no tan solo será necesario construir, bloques que lingüísticamente avale nuestra elocuencia o hacer poético el mensaje para que se escuche el sentido estético que reclama el arte.

No compañeros, en estos tiempos ya no basta con eso, debemos fundamentar el dialogo, porque de ahí nace la verdadera comunicación. Me enorgullece, disertar ante ustedes, un tema de suma importancia en nuestros días, me refiero precisamente, a los valores familiares.

Quiero iniciar recordando la frase, de José Muñoz Cota que decía “La juventud es la fiel esperanza de la patria”,  para que remontar a tiempo atrás si vivimos el aquí el ahora este presente que está manifestándose con una decadencia de valores.

En el día de la familia es cuando recordamos dar un abrazo , decir un te quiero o demostrar el cariño de forma material, pero no, los valores son más que eso, se llevan en el alma, en el espíritu, en la conciencia y en el corazón, al momento de sentarnos a la mesa, a tomar los alimentos, en conjunto de nuestras familias estamos fomentando valores como el amor, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad y la honestidad, porque estos valores, son el reflejo de nuestra conducta en la sociedad.

Padres de familia, les pregunto, y no espero que me respondan a mí, respóndanse a sí mismos y a su conciencia ¿se sienten conformes con el papel que han desarrollado en su hogar?

Porque la familia es el seno espiritual, donde se fomentan los valores, las costumbres y la cultura, no esperes a que sea el gobierno el que le otorgue el valor a tu hija o a tu hijo, probablemente no sea el maestro y no dejes que sea tu vecino el que lo haga, ustedes padres de familia nos enseñaron como dar nuestros primeros pasos hacia la vida inculcando los valores y principios, comprometiéndose con nuestra educación, puedo mencionar también que un éxito total no se pudiese contemplar, sin la participación de nosotros como hijos y como jóvenes, jóvenes comprometidos en un ámbito de superación constante y de progreso porque probablemente nosotros somos los que llevemos a nuestro país en una mejora continua.

Entonces compañeros estamos comprometidos a respetar a nuestros semejantes a utilizar la libertad y no el libertinaje, a responsabilizarnos de nuestros actos seguidos de nuestras consecuencias, practica, convence, demuestra tus aptitudes y actitudes recuerda que tú, tú y también tu somos los únicos, maravillosos e inigualables, jamás encontraremos a alguien exactamente igual a nosotros. Podremos conocer diferentes formas de vida y opinión, diferentes culturas pero te aseguro que entre todas las culturas existentes en el mundo nos une un lazo en común se llaman VALORES.

Entonces es el momento de actuar empecemos por nosotros mismos, termino recordando, haciendo mías las palabras de un gran orador mexicano por excelencia “la tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos ha sido prestada por nuestros hijos”.

HE DICHO

Cuando aprendamos a observar, la grandeza de este país tan rico y maravilloso, cuando contemplemos las impresionantes vistas que nos regala la nación, cuando nos sirvamos de apreciar la industria, la arquitectura y el arte que nuestro México ostenta, y aprendamos a valorar la calidad y la calidez de nuestra gente, entonces comprenderemos el verdadero significado e importancia de la gran familia mexicana.

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