Liderazgo: Ser o no ser
Enviado por brenda28 • 4 de Octubre de 2012 • Ensayo • 1.458 Palabras (6 Páginas) • 288 Visitas
Liderazgo: Ser o no ser… (Parte III)
Continuando con el análisis de liderazgo, tenemos que decir que un marcador importante en el bregar diario de un líder es el enfoque de su pasión en lo más importante para su empresa, en otras palabras priorizar. Partiendo de aquí, entenderemos que un líder sabrá reconocer el momento en que deba tomarse acciones para lograr un impulso; asimismo, verá la manera de conseguir oportunidades para aprendizaje de liderazgo y delegación de responsabilidades para beneficio común. A partir de aquí, tendremos un aliciente fundamental: el tiempo, que invertido inteligentemente mediante establecimiento de prioridades nos llevará al éxito.
La manera correcta de organizar el tiempo deberá ser determinada por el líder, ya sea atendiendo primero lo que parece ser urgente, lo que parece ser más difícil, lo que queda pendiente de la jornada anterior, lo que parece más aburrido; o tal vez, atendiendo primero lo que es en realidad importante y dejar el resto para los demás, o incluso, dejarlo sin hacer en caso que no revista la importancia debida. Este principio deberá aplicarse también con las personas, es decir, según sus capacidades y talentos, se dedicará más tiempo a ciertos individuos que luego podrán desarrollar actividades fundamentales para el éxito de la empresa en lugares o puestos en los que el líder no pueda estar presente. Para esto es necesario que estos elementos reúnan ciertas características, como son: influencia sobre los demás y buenas relaciones interpersonales, credibilidad y valores morales firmes, así como actitud adecuada para cumplir a cabalidad lo encomendado.
Ahora bien, en toda aspiración o visión por parte de un líder es necesario sacrificarse para alcanzar la cima, ya que, el liderazgo y la posibilidad de dirigir a otros siempre tiene un precio; y, cuidado con perderse en el espejismo de los privilegios asociados al liderazgo, ya que el poder es atrayente y no están a simple vista los sacrificios inherentes para lograr una meta; para esto se necesita vencer los temores y confirmar el propósito para cumplir la misión, mediante el crecimiento y la edificación de las cualidades personales. Se debe renunciar a muchas cosas a las que se está aferrado y que se tienen por seguras, así como tener la disposición de aprender, crecer y mejorar continuamente, ya que todo es cambiante y no siempre una organización podrá estar en la cumbre y mantenerse allí por tiempo indefinido.
Como líderes en busca del éxito, hay que apreciar el tiempo sin perder la perspectiva de lo que está por delante a medida que avanzamos; se debe dejar a un lado el egoísmo y practicar el altruismo, tener la suficiente soltura y desprendimiento para no adueñarnos de las cosas, la suficiente humildad para no creernos indispensables y agradecer siempre por lo dones que poseemos. Por esto es necesario, y de esto consta el sacrificio; puede que no sea fácil, pero es posible.
Para el líder, reconocer el momento más adecuado para actuar es de vital importancia para avanzar y ser más eficiente, arriesgando en mayor medida necesitará aún más que su tiempo sea el oportuno; ya que, al discernir, tomar la iniciativa y aprovechar el momento su éxito estará casi asegurado. Es decir, si se tiene la posición adecuada y un plan adecuado, y se realiza un esfuerzo por siempre hacer lo justo en el momento oportuno, el éxito seguirá en cualquier lugar. Entenderemos, por tanto, que existen obstáculos que pueden impedir el aprovechamiento del momento oportuno, como son: el temor al fracaso, el orgullo y egoísmo, prioridades erróneas, falta de atención y discernimiento.
Para ser eficiente como líder se debe dar los pasos necesarios para vencer dichos obstáculos cuando llega la oportunidad, sobreentendiendo que si no se está en disposición de actuar en el momento y lugar indicados, alguien más eventualmente tomará la iniciativa y cumplirá el propósito señalado; pudiendo de esta manera inclusive, perder la misión de su vida si se queda en reposo. Asimismo, si se atiende a ese propósito y se arriesga para cumplirlo, preparará un impulso para nuevas oportunidades, y a medida que se arriesgue para alcanzarlas y que éstas se aprovechen, más comodidad sentirá el líder ante el riesgo.
Pensemos también en que, muchas veces el fracaso de un líder puede estar determinado, no por su falta de decisión o voluntad, sino porque su esfuerzo se presenta demasiado tarde o demasiado temprano; por tanto, éste deberá aprender a establecer nuevas metas
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