Esther Charabati.
Enviado por Vic Hidalgo • 26 de Mayo de 2016 • Reseña • 620 Palabras (3 Páginas) • 450 Visitas
Hidalgo González Victor Grupo:1101
Esther Charabati.
Todas las personas viven experiencias diferentes esa es una obviedad. Todas las personas afrontan y reflexionan sus experiencias de acuerdo a su mentalidad, esa es otra cosa que todos sabemos, no porque nos lo dijeran en la escuela o en un libro, si no porque desde jóvenes nos topamos con la mentalidad completamente distinta de nuestros padres, amigos, compañeros de escuela, de todo el mundo. Así arranca el libro No soporto el paraíso, su protagonista Marcela descubre como su padre perfecto y amoroso, sin vicios y deudas, poco a poco se convierte en una figura de autoridad, en una represión para ella y lo que impulsivamente desea. Es el primer tipo de hombre que parece conocer, error, no son tipos de hombre, más bien es el primer hombre relevante del que habla.
Para muchas personas encasillar el libro de Charabati como literatura light es lo más correcto, de nuevo, es su manera de ver y comprender las cosas. Cosa con lo que no estoy de acuerdo, no soy autoridad para decir a que genero pertenece o no, que lo hagan los que creen saber, pero puedo comentar de manera breve y ligera ciertos detalles llamativos de la obra. Su manera de desarrollar a Marcela no tiene nada de sencillo, poco a poco crea un personaje completo, que tiene la indecisión de toda persona, los miedos e incertidumbre que todos hemos pasado, o no todos, pero si podemos sentir esa empatía ante los problemas de otras personas, seamos hombres o mujeres podemos comprender a Marcela, ya sea por experiencia propia o porque alguien cercano estaba igual que ella. Es una personaje con sus propios arranques de ira, enojo, tristeza y frustración, Marcela es un personaje creado para ser real.
La manera en la que Marcela se enfrenta no solamente a sus padres, también a otras mujeres, amigos y parejas no son las de un personaje perfecto, no siempre tiene la razón, en ocasiones sientes que sus contrincantes de ideales están un poco más en lo correcto, pero algo que se reconoce en el libro es que el personaje no es juzgado por el narrador, los personajes la tachan y dicen como quieran, pero el narrador nunca. Cuando un escritor deja libre a sus personajes para hacer y arruinar lo que sea, con aciertos y errores como toda persona es cuando se va por buen camino, después de todo el personaje de Marcela como todo ser que quiere retratarse en el libro tiene la característica de no ser perfecto, de actuar conforme a las ideas y personas que llegan a su vida, como todos en el mundo real.
La edición del libro cuenta con muchas fallas, no es algo en lo que quisiera detenerme, ya que lo importante es el contenido narrado, pero en algunos casos el dialogo y la descripción se unen, pero por erro de sus editor, ya que no se avisa cuando los personajes dejan de hablar y cuando es el narrador quien describe las cosas. Una desbarajuste corregible pero grave al ser una reimpresión de la obra.
Más allá de los detalles editoriales, que son más que nada una curiosidad, No soporto el paraíso es una novela llena de vida, es decir, de sexo, amor, miedos, dudas, decepciones y aflicciones que recorren la vida de Marcela y las personas que la rodean.
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