LA SENDA DE UN GUERRERO LEGENDARIO
Enviado por Naren Medina Leòn • 2 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.310 Palabras (10 Páginas) • 241 Visitas
LA SENDA DE UN GUERRERO LEGENDARIO
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Naren Medina León
-No sirves para hacer absolutamente nada - dijo su padre airado.
-¡Te demostraré que te equivocas! – gritó Nirthok.
Tomo su caballo y se dirigió al campo de batalla. Mientras galopaba a gran velocidad recordó todo aquello que lo motivó a dirigirse a su posible muerte.
Nirthork era tan solo un niño (14 años para ser exacto) cuando comenzó a instruirse en las artes de la guerra y del cómo blandir una espada. Su padre, un bárbaro de gran poder en el clan al cual pertenecían, lo obligaba a tomar estas “clases” al mismo tiempo que su hermano Thukbar que era 6 años mayor que él.
Este pequeño bárbaro mostraba una gran destreza para manejar la espada, incluso lograba derrotar a su hermano que ya llevaba más tiempo instruyéndose en la lucha cuerpo a cuerpo. Nirthok a pesar de ser grande en cuanto a destreza con la espada, no le gustaba utilizarla para la guerra; para hacerle daño a alguien más, era pacífico, le encantaba saber más acerca de su clan. La historia que estaba escrita en papiros era su total deleite, pero la guerra era aquello que más odiaba, la aborrecía, era su peor y más grande enemigo. Todos esos sentimientos los tenía que ocultar ya que su padre como jefe del clan Kings of Destruction le decía que no podía ser un simple hombre con conocimiento que no sirve para la guerra, él tenía que ser un gran guerrero, su poder tendría que exceder a los de su padre (que por cierto era un maestro con las espadas de una mano, nadie le podía hacer frente) y por este motivo Nirthok siempre investigaba y leía sobre sus antepasados a escondidas de todo el mundo, ya que si alguien lo veía iría a notificarle a su padre.
Este chico fue creciendo prácticamente solo, su padre no tenía tiempo para él, siempre estaba planeando estrategias para la guerra o solucionando problemas del clan, su hermano se convirtió en uno de los campeones del ejército de Grenwulf (su padre) y por ello siempre estaba luchando por su pueblo. Su mamá (Eanas) era la única que lo escuchaba ya que era paciente, atenta, cariñosa, mantenía casi todo el tiempo que tenía libre a su lado y que pese a las órdenes de su padre lo apoyaba en su anhelo por saber todo aquello que estaba detrás del clan, pero ella también necesitaba estar al lado de su padre ya que siempre las mujeres en aquel pueblo han sido consideradas un gran apoyo, una gigantesca base en la cual se sienten seguros.
Nirthok al cumplir sus 22 años de edad ya se había convertido en el nuevo “Jefe de Guerra”. Era alto, cabello largo negro, cejas pobladas, ojos color café, nariz delgada, barba abundante, espalda ancha, brazos largos, pecho marcado de cicatrices por el entrenamiento, piernas anchas y marcadas. Comandaba ahora el ejército que dirigió su hermano Thukbar (muerto en batalla a los 25 años), pero este nuevo jefe tenía una particularidad, no le gustaba la guerra.
Su padre le delegó ese cargo para que él desarrollara pasión por matar, conseguir reconocimiento y honor gracias a la sangre de otros, que dejara de lado esa ambición de conocimiento que según Grenwulf (su padre) era algo vano.
Llegó el momento de que Nirthok luchara su primera batalla, el campo era árido, amplio, no se encontraba allí ni un animal: se llamaba “El paso de la muerte” porque se habían desarrollado muchas guerras en esas tierras que terminaban con los 2 ejércitos acabados, un gran reto para Nirthok. La batalla empezó, toda la estrategia fue planeada por Grenwulf pero él no estaba en ese lugar, así que gracias a que Nirthok era pacifista los soldados no sabían qué hacer, cómo actuar o la estrategia que deberían de seguir, por lo que su ejército cayó.
Su padre estaba muy airado al ver que solo Nirthok regresaba de la batalla, esperó a que su hijo entrara a una cabaña; bastante iluminada, llena de cabezas de animales colgadas en las paredes como decoración, alfombras de piel de oso y una fogata bastante reconfortante, para decirle lo siguiente:
-¿Qué te pasa? – gritó.
Nirthok no respondió.
-¿Por qué has dejado caer nuestro ejército?, debiste lograr la victoria, era un clan que casi no tenía poder militar – dijo Grenwulf.
-Perdón, pero muy bien sabes que no me gusta la guerra.
-No me importa si ni siquiera tienes la valentía de matar a una mosca, debes aprender a luchar, a ser el mejor de todo nuestro clan y el mejor de todos los demás.
Nirthok iba a salir de la cabaña…
-Espera Nirthok, no te vayas.
-Qué pasa padre.
-Entiende que quiero verte como un guerrero legendario, solo quiero tu bien.
-Si lo sé… - dijo Nirthok y se fue al bosque a meditar sobre lo ocurrido en el Paso de la muerte.
-¿Qué estoy haciendo? – pensó. Tengo que mejorar, dejar a un lado los libros y reemplazarlos por la espada, al fin y al cabo no soy tan malo utilizándola.
Su madre lo encontró y le dijo:
-¡Nirthok corre, ven!
-¿Qué pasa madre?
-Están atacando una base cerca de aquí, tu padre dijo que tú te tienes que hacer cargo del contraataque.
-Ésta es mi oportunidad para ser grande tanto como un dinosaurio– dijo en voz baja y se dirigió al lugar.
Al llegar con un mini ejército acompañándole vio una escena que de seguro no olvidaría, aldeanos decapitados, cabañas incendiándose, niños corriendo por el miedo y la desesperanza. No fue capaz de desenfundar su espada para luchar, pero un amigo suyo sí, Ranthok logró que el ejército lo siguiera y alcanzaron la victoria en esa batalla. Este chico era de baja estatura, cabello rubio tan amarillo como la luz del sol, ojos de cristal, nariz un poco puntiaguda, labios rajados como el desierto en sequía, en su cuello las venas se notaban demasiado, tenía el torso muy marcado y piernas bastante anchas, poseía gran valentía, defendía a su clan por encima de todo, le encantaba ver un atardecer al lado de alguien y lo que mas amaba era levantar su espada para luchar.
Mientras regresaban la cara de Nirthok se veía cada vez más y más deteriorada, el combate lo afecto. Su madre al recibirlo de inmediato se preocupó y le dijo:
-¿Qué te pasó?
-Vi un lugar aterrador, habían muertos por todos lados, sentía como la sangre se deslizaba entre los dedos de mis pies, a pesar de que la masacre era reciente; olía asqueroso, aunque cerrara mis ojos todavía podía ver los gritos de los aldeanos, saboreaba el dolor que ellos experimentaban, el suelo era frío, lo que hacia a ese lugar más tenebroso.
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