ARMAS Y EXPLOSIONES NUCLEARES: LA HUMANIDAD EN PELIGRO INTRODUCCIÓN
Enviado por JoelNeria • 27 de Noviembre de 2013 • 2.297 Palabras (10 Páginas) • 1.143 Visitas
ARMAS Y EXPLOSIONES NUCLEARES: LA HUMANIDAD EN PELIGRO
INTRODUCCIÓN
Los miles de bombas nucleares que hoy se guardan en los arsenales del planeta representan una amenaza real a la sobrevivencia de nuestra civilización y de la vida en general. Una guerra nuclear nos afectará a todos, no importa qué tan alejado se encuentre nuestro país del lugar de las explosiones
Desde nuestra realidad latinoamericana, las noticias sobre un nuevo ensayo nuclear, las armas futuristas del proyecto "Guerra de las Galaxias", o las cifras inimaginables del gasto armamentista nos parecen un asunto lejano y ajeno. Esta obra contiene información técnica elemental acerca del diseño y funcionamiento de un arma nuclear, los efectos de las explosiones, y la magnitud de los arsenales existentes hoy en día. Es nuestra esperanza que estos elementos permitan al lector comprender cuán directamente atañe el asunto a todos los seres humanos.
La idea de escribir este libro tiene su origen en un artículo escrito para la revista de divulgación científica Creces (Santiago, Chile) en noviembre de 1983. La impresión que provocó ese trabajo demostró que el público latinoamericano se interesa en el tema y desea contar con información más completa que la proporcionada por las agencias noticiosas.
El libro está dirigido al público en general y su lectura no requiere de ningún conocimiento especializado en física o matemáticas. Se tratan asuntos técnicos e históricos relacionados con las explosiones nucleares: el capítulo 1 describe el funcionamiento de una bomba nuclear; se señalan los efectos generales de una explosión sobre una ciudad moderna en el capítulo V y se discute el caso particular de una explosión de un megatón sobre la ciudad de México en el capítulo VI. En el VII se hacen predicciones sobre los efectos mundiales de una guerra entre las grandes potencias. Dentro de los temas históricos, el capítulo II expone aspectos relacionados con la construcción de la primera bomba atómica, el estado actual de los arsenales nucleares se describe en el capítulo III y los tratados internacionales que regulan la carrera armamentista, en el IV. La Iniciativa de Defensa Estratégica es discutida en el capítulo VIII y el costo de la actual construcción y mantenimiento de armas nucleares en el capítulo IX. El libro concluye con un análisis sobre las posibles medidas, a mediano y largo plazo, que lleven a disminuir el peligro actual de una guerra nuclear.
La autora agradece al doctor Carlos Bunge la lectura minuciosa y crítica de esta obra.
I. QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA UNA BOMBA NUCLEAR
MUCHAS veces hemos visto en el cine o en la televisión las imágenes sobrecogedoras de un ensayo nuclear sobre la superficie terrestre en que poco a poco se forma y asciende el característico hongo de polvo y humo. Hemos oído decir que el poder destructor de cada bomba nuclear es 1 000 000 de veces mayor que el poder destructivo de un explosivo químico, como serían la dinamita o el TNT. Podríamos, con todo derecho entonces, imaginarnos que una bomba nuclear ha de ser inmensamente voluminosa y pesada. Y la realidad es todo lo contrario: el combustible explosivo de una bomba de fisión tiene una masa alrededor de los 10 kilogramos y es del tamaño de una pelota de béisbol. ¿Cómo es posible que algo así de pequeño tenga tanto poder? ¿De qué manera se puede esconder dentro de una pelota de béisbol toda la energía que hemos visto liberarse y transformarse en luz, calor y polvo transportado a las alturas?
La respuesta a esta pregunta es simple. La materia está compuesta de unidades llamadas átomos que tienen en su centro un núcleo capaz de liberar, bajo ciertas condiciones, una cierta cantidad de energía. La energía que cada núcleo puede liberar es pequeñísima comparada con las energías que conocemos en nuestra vida diaria. Por ejemplo, cada núcleo de uranio dentro de la bomba lanzada contra Hiroshima emitió una cantidad de energía equivalente a la que un aparato de radio de transistores necesita para funcionar durante una cien millonésima de segundo. Dicho de otra forma, se necesitarían unos cien millones de núcleos de uranio emitiendo energía ordenadamente para que nuestro receptor —suponiendo que la pudiera aprovechar en un 100%— funcione durante un segundo. Pero si la energía que cada núcleo puede liberar es tan poca, ¿cómo resulta una bomba tan poderosa? Esto se debe a que los átomos son unidades tan pequeñas que hay muchísimos en cada gramo de materia. Por ejemplo, un gramo de uranio tiene tantos átomos que el número de ellos requiere escribir un 3 seguido por 21 ceros. Recordando el ejemplo del radio de transistores, ahora podemos calcular cuánto tiempo funcionaría nuestro aparato si un gramo de uranio liberara su energía. El resultado es... 1 000 000 de años.
La energía almacenada en los núcleos de los átomos se llama energía nuclear. El ejemplo del aparato de radio nos enseña que si la energía es extraída lenta y controladamente de los núcleos, resulta ser muy útil. Éste es el principio de operación de un reactor nuclear. Sin embargo, hay otro modo de liberar la energía de los núcleos, y esto es hacerlo de manera rápida y violenta. Regresando al ejemplo, en vez de usar la energía nuclear durante mucho tiempo, podríamos lograr que todos los núcleos de un gramo de uranio liberaran su parte al mismo tiempo. La energía sería tanta que el proceso será una explosión tan potente como la de 17 mil kilogramos de TNT. Esto se consideraría como una explosión nuclear relativamente débil. La bomba detonada sobre Hiroshima fue unas mil veces más potente, ya que liberó tanta energía como la explosión de 13 mil toneladas de TNT.
La energía que cada núcleo de uranio libera cuando explota una bomba proviene de su rompimiento (fisión) en núcleos más livianos. Por este motivo, a las bombas nucleares que utilizan como material combustible núcleos de elementos pesados se las llama bombas de fisión (también se las conoce como bombas atómicas o bombas A). Cada vez que un núcleo de uranio se fisiona se forman dos fragmentos de aproximadamente la mitad de la masa original, más dos o tres partículas livianas llamadas neutrones. Los neutrones, junto a los protones, son los constituyentes habituales de todos los núcleos. El uranio tiene 92 protones y 143 neutrones. Durante cada fisión algunos de los neutrones quedan libres y el resto, junto a todos los protones, pasan a formar el par de fragmentos. Este proceso de fisión ocurre de modo espontáneo, pero muy lentamente. Para poderlo aprovechar, ya sea en reactores o en bombas, hay que "ayudar" al uranio a romperse. Esto se consigue lanzando algunos neutrones, ya que al chocar con los núcleos de uranio los rompen y comienza
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