Biografía de Guarocuya “Enriquillo”

Biografía de Guarocuya “Enriquillo”

Guarocuya fue el último rebelde en la historia colonial, se reveló en contra de la opresión Española en busca de la anhelada libertad desde 1519 hasta 1533.

Enriquillo, como se le llamaría más tarde al cacique, fue el protagonista de la tercera rebelión. Era hijo de Magicatex, quien murió en manos de los Españoles en una protesta pacifica en el cacicazgo de Jaragua, Guarocuya era también sobrino de Guaroa y familiar de la Reina Anacaona.

Producto de la despiadada matanza que hicieran los españoles en Jaragua, ese inocente e indefenso niño queda bajo el régimen de la orfandad teniendo apenas 7 años de edad. Es criado por los padres franciscanos en un Monasterio de Santo Domingo, con los que se educó y temprano pone en evidencia sus grandes destrezas e inteligencia. Es así como llama la atención de Don Diego de Velázquez y Francisco Valenzuela, convirtiéndose en el protegido de estos dos, quienes lo bautizaron como cristiano con el nombre de Enrique o Enriquillo.

Al morir uno de sus protectores, (Francisco Valenzuela) quien lo quería como a un hijo, el hijo natural de este encomendero, Andrés Valenzuela hizo caso omiso a lo dispuesto por su padre respecto a Enriquillo y, apoyado por otro encomendero llamado Pedro Mujica, le arrebata todas las pertenencias, intenta violar a su esposa e incluso le rapta una yegua llamada Azúcesela la cual había recibido el Cacique como regalo de bodas por parte del Padre Las Casas.

A pesar de que Enriquillo había sido educado como español en su interior continuaba siendo un taino y como conocedor de sus derechos civiles y políticos cifró todas sus esperanzas en la justicia colonial, por lo que procedió legalmente con el propósito de que se le devolviese lo que por derecho le pertenecía. En primer lugar recurrió a los tribunales locales pero no consiguió nada más que insultos e innumerables azotes en frente de sus hermanos de raza. Acudió a un tribunal superior en Santo Domingo, pero sus solicitudes fueron rechazadas una vez más (lo apresaron y lo amenazaron de muerte si continuaba insistiendo en otros tribunales).

Después de intentarlo todo por conseguir un mejor trato, tanto para él como para los demás aborígenes; cansado del maltrato y la opresión que recibían,  se alza a las montañas del Bahoruco con un gran número de guerreros tainos y nos cuantos esclavos negros en 1519. Protagonizando así lo que más tarde se llamaría la primera guerra de guerrillas del Nuevo Mundo.

La excepcional capacidad militar  y  el liderazgo de Guarocuya contribuyeron con la rápida unificación de los indígenas rebeldes, los cuales se encontraban internos en lo más recóndito de las montañas. Desde el principio, el Cacique se instaló en los lugares menos asequibles de las montañas con el propósito de impedir la entrada de los opresores.

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