Biografía

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Campus Santa Fe

Análisis y Expresión Verbal

Autobiografía. Recordando una parte de mi

Ensayo

Margot Jajati Agami

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Ana Cecilia Franco de la Rosa

13 Junio 2015

I. Introducción

Mi nombre es Margot Jajati Agami, nací el 18 de marzo de 1995 en México. Los nombres de mis padres son Reneé Agami de Jajati y Salomón Jajati Blanga, quienes llevan 24 años de casados. Soy orgullosamente judía-mexicana; desde pequeña me han inculcado las tradiciones y costumbres de mi religión y de mi país.

Es tradición de la comunidad judía árabe nombrar a los hijos de acuerdo al nombre de los padres, es decir, de mis abuelos. Es por ello que mi nombre es Margot, en honor a mi abuela materna la Sra. Margot Haiat. Mi familia me ha hecho saber que mi nombre significa “hermosa como la perla”, lo cual me agrada.

Fui la segunda hija de mi familia. Mi hermana mayor es Raquel, quien nació en 1993 y ahora tiene 22 años de edad; siguió mi nacimiento en 1995, posteriormente Isaac, quien nació en 1998 y es mi único hermano varón y finalmente Jaqueline, que nació en el 2002. Todos nacimos en México, Distrito Federal.

Presentar mi historia representa recordar y valorar a cada persona y actividad de mi entorno. Estos pilares son lo que constituyen quien soy hoy en día y en lo que me desempeño. Básicamente, forman quien soy y sin ellos, mi identidad sería completamente distinta, por ejemplo, comenzando con la herencia de mis padres: nacionalidad mexicana y religión judía.

Desde niña me ha gustado pensar que son los pequeños recuerdos y detalles los que constituyen a las grandes personas. Los momentos que he pasado con quienes me conforman, son una pieza de mi rompecabezas, de quién fui, quién soy y quién seré.

A los dos años de edad pasé por una operación de las anginas. Este momento fue sustancial en mi formación, prioritariamente porque padecía muchos resfriados, y segundo, mi voz era demasiado chillante. Mi familia en ocasiones me hacía comentarios no gratos que aún recuerdo cuando me portaba mal y gritaba.

Al mirar al pasado, puedo darme cuenta de que esos pequeños e inofensivos comentarios me han hicieron poco a poco más fuerte.

Dentro de mi entorno, existe una actividad que ocupa el mayor porcentaje de mi tiempo y mi pasión: la danza.

Desde que tengo memoria he disfrutado bailar y aprender nuevos movimientos.

La Academia de Ryver Dance Studio me ha acogido desde mi inicio y ha sido un segundo hogar para mi. La directora de esta institución, Raquel Shamah, en alguna ocasión durante mis primeros pasos me mencionó que trabajar fuerte y ser constante es la fórmula del éxito. Creo que sus sabias palabras han sido una guía en cada esquina de mi vida.

Esta actividad, me guió a vivir la mejor experiencia de mi vida. Tuve la magnífica oportunidad de vivir 6 meses en la ciudad de Nueva York a mis 18 años de edad para bailar en el Broadway Dance Center, cursando el International Student Visa Program (ISVP).

Se escogía un área de concentración (un tipo de danza) para la cual iba destinada el mayor porcentaje de tiempo; mi elección fue el Ballet y Danza Contemporánea.

Los profesores que impartían estas asignaturas eran bailarines del Ballet de Rusia y de la ABT (American Ballet Theatre).

En este viaje me acompañaron tres amigas que comparten mi misma pasión. Vivíamos solas en un departamento, acción que por su naturaleza, vuelve independiente a cualquier ser humano.

La danza fue mi razón para llegar a la gran manzana, pero aprender a vivir en ella, fue un reto que me otorgó herramientas para mi futuro.

Compartí tiempo con personas de culturas, idiomas y creencias diferentes a la mía; con esto me llevé que soy una parte extremadamente pequeña de este macro mundo y que hay demasiado por explorar.

Vivir en una ciudad tan transitada, con largas distancias y desarrollados medios de transporte, me otorgó la experiencia de utilizar el metro y camión público para llegar de un lugar al otro. En México cuento con un auto para transportarme y como los lugares que frecuento son cerca de mi casa, no se me ha presentado la necesidad de abordar algún transporte de uso público. Tuve la oportunidad de experimentarlo y apréndelo en esta ocasión.

Asistí a conciertos, partidos de baloncesto y beisbol, al parque a correr por las mañanas, a las ciudades cercanas, museos, exposiciones temporales y actividades culturales como una clase enorme de Yoga en el Parque Central.

Cada centímetro de Nueva York representa una historia que contar. Esta ciudad me formó y crió a su manera; estoy segura que me fui siendo una persona y regresé siendo otra. Es la experiencia más formidable que he vivido.

II. Desarrollo

Mi formación no sólo ha sido artística. El día de hoy me siento equipada con lecciones obtenidas en diferentes etapas. Para poder comenzar a platicar de ellas, es necesario penetrar mi pasado.

II.I Biografía del pasado

Estudié en el Colegio Hebreo Monte Sinai desde el Kínder hasta la Preparatoria. Es una escuela judía que busca brindar una formación judeo-mexicana para sus alumnos.

Conviví con los mismos compañeros durante 16 años, con quienes compartí experiencias gratas.

Una de ellas, fue el viaje al Estado de Israel el cual realizan todas las escuelas judías del mundo en el verano antes de ingresar a Preparatoria.

El lugar que más me dejó huella fue la gadná (programa de entrenamiento militar israelí, que prepara a los jóvenes para el servicio militar obligatorio en las Fuerzas de Defensa Israelíes o la Policía Fronteriza) 1. Consta de una estancia de 7 días en una base militar, viviendo y aprendiendo de los soldados israelíes. Creo que esta aventura causó un mayor impacto por mi admiración desde pequeña a Itzjak Rabin, el primer ministro del Estado de Israel en 1992, que fue asesinado por buscar la paz en 1995 2.

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