COMO AFRONTAR TU FUTURO SIN MIEDOS
Enviado por ASTRID_MISHA • 9 de Agosto de 2014 • 607 Palabras (3 Páginas) • 239 Visitas
COMO AFRONTAR TÚ FUTURO Y SIN MIEDO
• Para vencer las amenazas de la crisis general y la que cada uno llevemos dentro, hay que ser valientes.
• Reconoce tu miedo. No te excuses en las dificultades. Tener miedo es humano, reconocerlo es el primer paso para enfrentarse a esas dificultades.
• Descubre a que tienes miedo. ¿Tienes miedo a perder tu trabajo o a que no te dure el amor? Necesitas decir en voz alta ¡tengo miedo a esto!
• Conócete a ti misma. Con tu capacidad y tus limitaciones, tienes que saber hasta dónde estás dispuesta a llegar. El optimismo será tu mejor aliado, pero no lo confundas con las falsas expectativas, tiene que apoyarse en el esfuerzo.
• Muéstrate positiva. Tu primera meta tiene que ser desterrar de tu mente los pensamientos negativos y de tu boca las frases derrotistas como “yo no valgo” o “tengo mala suerte”.
• Piensa en qué puedes perder. Antes de rendirte al miedo, párate a pensar en las renuncias que supone. Si el miedo te impide luchar por un trabajo o tomar una decisión importante, serás tú quien renuncie a tu suerte.
• Trata de ser más flexible. Siempre hay otra alternativa o un nuevo camino y a veces cogerlos a tiempo es una gran decisión. No tengas miedo a abandonar proyectos que han sucumbido, adáptate a las circunstancias.
• Ponte en acción cuanto antes. Una vez tomadas tus decisiones, no te des más treguas, no puedes permitir que el miedo mantenga en el congelador todas tus ilusiones. Si has decidido empezar una nueva vida, ¿a qué estás esperando?
• Comparte tus planes. Es un excelente momento y debes aprovecharlo, una gran ayuda para dar cualquier paso importante es hablarlo con quienes te rodean. Si te has propuesto abordar un reto y vencer el miedo, cuéntalo: además de recibir mucho apoyo, te habrás comprometido, una motivación extra.
COMO TOMAR DECISIONES SIN MIEDO
Sé sincero contigo mismo, tú ya sabes lo que hacer. Sí, ya lo sabes. Otra cosa es que quieras hacerlo.
El número de razones que tienes para hacer algo es inversamente proporcional a las ganas que tienes de hacerlo. En resumen, cuando uno quiere hacer algo, no necesita razones; si te las das es porque no estás muy convencido.
¡Cambiar de opinión es posible! (en la mayoría de los casos). Esto es algo que quiero que tengas siempre presente, porque la idea de que nuestras decisiones son irrevocables genera, y con razón, mucha ansiedad. Las decisiones no tienen que ser de por vida (como dije antes, en la mayor parte de los casos), y no pasa nada si cambias de opinión más tarde.
Lo realmente importante no es la decisión en sí, sino las consecuencias, la repercusión. Eso significa que cualquier decisión puede ser para bien si sabes
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