Criterios Y Bases De Evaluación Logo Lacoste

CRITERIOS Y BASE DE EVALUACIÓN

Vinculación entre el signo y el significado: No existe relación alguna entre el símbolo de Lacoste y el área en el que se desenvuelve la empresa. El isotipo con forma de “cocodrilo” no posee vinculación directa con la producción de ropa y calzados. Denotativamente, el trazado no corresponde con la rama del negocio en que se introduce la marca en cuestión.

Semanticidad: En el plano connotativo el símbolo de la marca posee una gran potencialidad. El “cocodrilo” es directamente relacionado con la imagen de marca que quiere reflejar la empresa. El isotipo es vinculado, por el usuario, a los valores que quieren ser transmitidos como elegancia, estilo, “clase”.

Facilidad de reconocimiento: La marca logró imponer su símbolo por sobre la competencia de manera muy fuerte. El isotipo se reconoce fácilmente entre otras empresas de indumentaria que quieren lograr el mismo posicionamiento en la mente de los consumidores. El “cocodrilo” ES Lacoste. Aún cuando se utiliza el isotipo sin el logo, el reconocimiento de realiza de forma directa.

Facilidad de Lectura: En cuanto a la morfología del logo, la marca es fácil de leer debido a la tipografía palo seco y la regularidad del grosor. Por otro lado, en cuanto a la pronunciabilidad, podrían surgir complicaciones; sin embargo, la empresa ha logrado un posicionamiento en el mercado que aleja cualquier tipo de bifurcación en cuanto a su nombre.

Facilidad de recordación o retención: El isotipo de Lacoste está claramente grabado en la memoria del observador. De hecho, no es muy común que una empresa de indumentaria se adueñe de la imagen de un animal para su símbolo. Debido a esto y a que la marca ha realizado un trabajo muy arduo para posicionarse, la retención del símbolo es muy fuerte y el proceso de reconocimiento se produce de forma inmediata.

Resistencia al desgaste o envejecimiento por uso: El símbolo es independiente de las modas y se distancia de lo efímero y pasajero de las mismas. El isotipo de Lacoste ha resistido el paso del tiempo y, por el contrario, cada vez se fortalece más en la mente del consumidor. El “cocodrilo” ha logrado posicionarse en el público y, al ser una reproducción de un animal, no sufre el cambio de moda.

Facilidad de Reproducción: Este no es el punto más fuerte para la marca en cuestión. El “cocodrilo” posee detalles difíciles de reproducción. Al no ser figuras simples, la fiel transcripción del mismo no es fácil de garantizar. Por otro lado, esto podría transformarse en una ventaja, ya que dificulta la duplicación o falsificación del mismo. Esto, a su vez, concuerda con el estándar de calidad y estilo que quiere transmitir la empresa.

Versatilidad de uso: El isotipo posee un comportamiento estable al materializarlo en los diferentes soportes. El “cocodrilo” se adapta desde un bordado aplicado a las prendas, hasta una pieza gráfica o un spot televisivo.

Cromatismo: El isotipo puede ser ejecutado en versión acromática, en negativo y cromática. Esto nos habla de la fuerza que posee el símbolo, lo que facilita su reconocimiento.

Resistencia a:

-Distorsión: El símbolo puede ser reconocido desde diferentes ángulos de visión. Resiste este tipo de distorsión por la fuerte pregnancia del mismo.

-Amputación: A modo de ejemplo, se puede reconocer la boca del “cocodrilo” o su cola, e igualmente se lo relacionará con la marca. Puede percibirse incompleto y aún así mantiene la capacidad de ser reconocido.

-Reducción: El símbolo permite y soporta reducciones según el soporte en que se lo aplique. Si bien, se deben realizar algunas modificaciones en algunos detalles (por ejemplo, las escamas en el lomo del “cocodrilo”), el isotipo se observa

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