Edipo Rey

proclamo ante todos los tebanos lo siguiente: el que de entre vosotros sepa a manos de quien murió Layo, a ese le ordeno de cuenta de todo; si tiene miedo, que se anticipe en acusarse a si mismo: ningún otro castigo sufrirá fuera de irse, sin ser tocado, de esta tierra. Y si hoy sabe que el criminal es un extraño de otra ciudad, que no se calle: yo le daré la recompensa y además tendrá mi gratitud. En cambio si calláis y alguno, por temor, no cumple mi orden denunciando a su amigo, o a si mismo, lo que he de hacer entonces, oid de mi. Prohíbo que a ese hombre, sea quienquiera, nadie en este país cuyo gobierno rijo dé acogida ni le hable ni haga de su compañía ofrendas o plegarias a los dioses o le dé agua lustral; échele fuera todos de sus casas, pues para nosotros es una mancha; el oráculo pitico de Apolo acaba de decírmelo. Tal aliado soy para el rey muerto y para el dios de Delfos; y maldigo al culpable, sea uno o alguien en compañía de varios: ¡ que ese infame pierda de modo infame su vida miserable! ¡ pido para mi mismo, si llega a entrar en mi palacio con mi conocimiento, que sufra yo la maldición que a estos he lanzado!¡ yo os pido que cumpláis todo esto en interés a mi, del dios o de esta tierra arruinada Así, sin frutos, sin ayuda de los dioses! Por que aunque el crimen no hubiera sido recordado por el dios, no era normal que lo dejarais sin limpiar, habiendo muerto un hombre noble, un rey, sino al contrario que lo investigarais hasta el fin. Y ahora pues que tengo el poder que él tuvo un tiempo, tengo su lecho y mujer que ambos hicimos nuestra, e hijos comunes nos habrían nacido si no se hubiera malogrado su pregenie; por todo ello os presto mi alianza como lo haría con mi padre, y llegare a todos los extremos tratando de encontrar al asesino para vengar al anterior rey de Tebas.

¡ pido a los dioses que para aquellos que no cumplan mis palabras, no hagan crecer las mieses de la tierra, ni nacer los hijos de sus mujeres, sino que mueran con la muerte que ahora sufren y aun una peor! A los otros tebanos a quienes place todo esto, ¡ ájala la justicia aliada y todos los demás dioses os escuchen de por siempre!”

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