Edipo Rey

1- Layo era el rey de Tebas.

2- La peste se desata debido a su muerte.

3- Edipo es el encargado de averiguarlo.

4- Envía a Creonte, quien se dirige al Oráculo de Delfos.

5- Trae como noticia que para detener la peste deben castigar quien mató a Layo.

6- Edipo le expresa a Corifeo, al igual que al resto del coro, que quien sepa de la muerte del hijo de Ládbaco, diga la verdad. El que tema acusarse a si mismo, que sepa que solo sufrirá el destierro sano y salvo. Si el culpable es de otro país, sera recompensado al decirlo. En cambio, si callan, sera prohibido a todos los habitantes de esa tierra. Que le permitan participar de ofrendas y le dirijan o reciban su palabra, de lo contrario, lo expulsen de las casas según revela el oráculo pítido.

7- Corifeo le aconseja que hable con el adivino Tiresias, quien ve lo mismo que Febo. Si se le interrogara, tendrían un conocimiento exacto de lo que sucedió con Layo.

8- Tiresias es un adivino quien trata los asuntos del Cielo y la Tierra. Es sabio, su fuerza es la verdad y es el único mortal que nació con ella, es ciego, le es fiel a Apolo y se ofende si contradicen su saber.

9- Se niega a hacer públicas sus desgracias, o más bien las de Edipo. No quiere ser causa de aflicción. Dice que los hechos vendrán por si mismos, aunque él cubra el silencio.

10- Se pone furioso al ser acusado, y culpa a Tiresias del asesinato de Layo, negándose a creer que fue él mismo quien lo mató. Piensa que el adivino quiere expulsarlo del trono, reemplazandolo por Creonte, quien Edipo cree que lo traicionó.

11- Tiresias dice que la maldición de sus padres lo expulsará de Tebas, y Edipo, quien ve claramente, solo verá tinieblas. Habrá una multitud de otros males que lo igualarán con sus hijos. No habrá ningún mortal que vaya a ser aniquilado de la peor manera que él.

12- El coro opina que quien sea el culpable de la muerte de Layo, debe huir ya que sobre él se lanza el hijo de Zeus y le siguen las horrendas Erinias. Les inquieta el adivino sin poder negarlo. Se ven movidos de un lado a otro por las esperanzas sin saber lo que sucederá. Jamás se han enterado de que hubiera un motivo de disputa, que si pudiera probarse, permitiría ir contra Edipo y vengar a los hijos de Lábdaco.

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16- El mensajero le confiesa que Pólibo no engendró a Edipo, sino que el mismo lo recibió como un regalo de sus manos. Lo encontraron en las boscosas cañadas de Citerón atado de pies. Un pastor, servidor de Layo, se lo entregó.

17- Quien puede decirle la verdad es el pastor, quien lo rescató.

18- Yocasta le dice a Edipo que si se preocupa por su vida, no debe seguir investigando. Habla pensando en lo major para él. Pues solo esto puede decirle y ninguna otra cosa ya nunca más en el futuro.

19- Corifeo teme que de este silencio estallen nuevas desgracias.

20- Edipo cree que se averguenza de su nacimiento oscuro y que es orgullosa como toda mujer.

21- Interroga al pastor sobre Layo.

22- Perteneció al rey Layo siendo su esclavo, no comprado, sino criado en la casa. La mayor parte de su vida condujo rebaños. A veces, el monte Citerón; a veces, en las regiones vecinas.

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25- Responde que se decía que el niño nacido era hijo de Layo, y su mujer podría decirselo más que nadie, ya que ella se lo dió para que lo matara por miedo a los oráculos.

26- Por compasión, se lo entregó al anciano pensando que se lo llevarían a otras tierras.

27- Edipo reflecciona que nació de quienes no debía haber nacido, se unió a quien no debía y mató a quien no correspondía.

28- Edipo, quien fué aclamado como rey, ahora se le rindieron los maximos honores, mientras reinaba en Tebas. Desventurado, vive en crueles desgracias, entre los padecimientos de un cambio de fortuna. Un mismo Puerto le basto para llegar como hijo, padre y esposo en el mismo lecho. El tiempo lo descubrió y condena una boda que no es boda, pues el que engendra resulta engendrado a su vez.

29- Ojala nunca hubieran visto a Layo. Derraman

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