El Perfume
Enviado por zaaaaap • 8 de Abril de 2014 • 365 Palabras (2 Páginas) • 277 Visitas
s, pequeñas y cuadradas, se levantaban edificios realmente lujosos. En torno a
jardines de tamaño reducido pero encantadores, donde crecían adelfas y palmeras alrededor de rumorosos y
delicados surtidores rodeados de parterres, se extendían las auténticas viviendas, lamayoría en forma de U y
orientadas alsur: dormitorios inundados de sol y tapizados de seda en los pisos superiores, magníficos salones
con paredesrevestidas de maderas exóticas en la planta baja y comedores en terrazas al aire libre donde, como
Baldini le había contado, se comía con cubiertos de oro y en platos de porcelana. Los señores que vivían tras
aquellas modestas fachadas olían a oro y a poder,a grandes y aseguradas fortunas, y su olor era más fuerte que
todo cuanto Grenouille había olido hasta entoncesa este respecto durante su viaje por la provincia.
Ante uno de los palacios camufladosse detuvo más rato. La casa se encontraba al principio de la Rue Droite,
una calle principal que atravesaba la ciudad en toda su longitud, de este a oeste. Su aspecto no tenía nada de
extraordinario; era algo más ancha y vistosa que las demás, pero noimponente, ni mucho menos. Ante la
puerta cochera había un furgón lleno de cubas que eran descargadas medianteuna plataforma. Otro furgón
esperaba tras el primero. Entró en la tienda un hombre con unos papeles, volvió a salir en compañía de otro
hombre y ambos desaparecieron dentro del portal. Grenouille se hallaba al otro lado de la calle y observaba
toda su actividad. Nada de lo que sucedía le interesaba y, no obstante, permanecía inmóvil. Algo lo retenía.
Cerró los ojos y se concentró en los olores que flotaban hacia él desdeel edificio de enfrente. Había el olor de
las cubas, vinagre y vino, y luego los múltiples y densos olores del almacén, los olores de la
riqueza,transpirados por las paredes como un sudor fino y dorado, y finalmente, losolores de un jardín que
debía encontrarse al otro lado de la casa. No era fácil captar los aromas más delicados del jardín porque se
elevaban en jirones delgados por encima de los frontones del edificio antes de bajar a la calle. Grenouille
distinguió la magnolia, el jacinto, el torvisco y el rododendro... pero en este jardín parecía haber otra cosa,
algo divinamente bueno, una fragancia más exquisita que ninguna de las que habíaolfateado en
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