Federico List

Federico List, economista prusiano /alemán, publicó en 1841, su obra cumbre: Sistema Nacional de Economía Política, digna de ser recordada y releída por la similitud de debates y situaciones de aquella época con nuestro país de hoy día, en conflicto con las grandes potencias del mundo representadas por el FMI y el Banco Mundial. Encontraremos coincidencias en cuanto a roles que podemos desempeñar. Extensa obra del estilo de la escuela historicista, de análisis pragmático y que ahonda su inicial metodología en un análisis liberal, donde llega a la conclusión, que para unificar y poner de pie como potencia mundial a su amada Alemania, no cabía otro camino que oponerse frontalmente a la escuela «cosmopolita».

List dedicó su vida a la lucha contra el «cosmopolitismo» (término usual en aquella época) y con ello a la enorme influencia de la industria-lizada y expansionista Gran Bretaña.

Infatigable predicador de crear una «Unión Aduanera Alemana”» fuertemente armada, expone claramente su drama en el prefacio de su tratado cuando nos dice:.... «como agente de la Sociedad Comercial mi posición era delicada. Todos los funcionarios instruidos, todos los redactores de periódicos y los escritores en materia económica estaban educados en la escuela cosmopolita y veían una protección aduanera cualquiera como una abominación teórica. Unido a esto estaban los intereses de Inglaterra, el poder financiero oculto de su Secret Service Money, el medio de acudir en cualquier punto del extranjero para crear una opinión pública favorable a sus intereses.”

En su sabrosa obra recorre en distintos capítulos el pensamiento y la política económica de Inglaterra, Alemania, España, Francia, Holanda y Rusia y las consecuencias que sufrieron, según el autor, de haber abandonado el proteccionismo y beneficiándose de esta medida, principalmente el Imperio Británico.

List no era un chauvinista, su nacionalismo era más bien un supranacionalismo. En nuestra época probablemente sería un adalid dentro de los creadores del Mercado Común Europeo, por cuanto siempre pensó en una asociación de varios países afines culturalmente y por vecindad geográfica.

Respetaba profundamente a Inglaterra, pese a oponérsele tenazmente en su política. De ella afirmaba que exhibía «La Riqueza de las Naciones» de Adam Smith para la penetración ideológica, pero que se manejaba por el «Acta de Navegación», un instructivo de neto corte proteccionista.

En síntesis, Federico List proponía la urgente eliminación de las barreras interiores (de una Alemania, llena de ducados y principados) y la creación de una Unión Aduanera amplia integrada con Holanda, Bélgica y por qué no con Francia. Debía dársele además una prioridad especial a la industria manufacturera y a la expansión y unificación de los ferrocarriles y caminos.

Fue vilipendiado y postergado ya que los burócratas y los

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