Formación Educativa De Simón Bolivar

A. Formación educativa

La educación en tiempo de Simón Bolívar, no es como ahora; había pocas escuelas: los seminarios y universidades estaban abiertos para pocos seleccionados alumnos; y las materias que se impartían eran de carácter religioso. Las familias pudientes, como la de Simón, podían pagar a maestros personales para que educaran a sus hijos.

Simón bolívar recibió las primeras influencias educativas de su madre; recordemos que cuando su padre murió, apenas tenia 3 años. Pero, como era de familia rica, tuvo la oportunidad de tener los maestros privados que necesito para su información fuera completa.

B. Los maestros de Simón bolívar. Los maestros de El Libertador fueron:

C. Francisco A Carrasco

D. Fernando Vides Presbítero

E. José Antonio Negrete

F. Guillermo Pelgrón

G. Pedro Palacios y Sojo, (Padre Sojo)

H. Fray Francisco de Andujar

I. Simon Narciso Rodriguez (Samuel Robinson)

J. Andres Bello

K. Alejandro humboldt

L. Jeronimo Ustariz y Tovar (Marqués de Ustatiz)

M. Aime Bompland.

Libros leídos y consultados por bolívar.

La lectura fue un habito que lo acompaño toda su vida.

¿Que leía Simón bolívar?

a. Los clásicos griegos y romanos, homero, Plutarco, Virgilio, cicerón.

b. Los clásicos modernos de España, Francia, Inglaterra e Italia.

c. Filósofos, políticos e historiadores: hobbies, Voltaire, montesquieu, Rousseau, Dante, tarso y camoens.

d. Todo lo que ese había escrito de la revolución francesa.

e. Los grandes colosos del pensamiento mundial, como cervantes, Napoleón, locice, Humboldt.

En su biblioteca particular y ambulante estaban los mejores libros escritos por esos autores, libros en castellano, e ingles y en francés.

f. Libros de religión, moral lengua española, geografía historia todos esos libros tenían cbida en su tiempo y en su mente.

u primer viaje.

Contaba el joven Simón con 16 años de edad. Hasta el año 1799 había recibido las enseñanzas de varios maestros de la capital de la capitanía general.

Las razones del viaje, entre las de mayor peso, fueron las de lograr una mejor educación del joven mantuano caraqueño, pues hasta ese momento, se mostraba bastante deficiente.

Para ese primer viaje se hizo pasajero en el primer navío que iba a España por la ruta de la habana y Veracruz; a este puerto llego la embarcación el 2 de febrero de 1799, se detuvo algunos días, pues debía cargar los numerosas cajas de caudales que de América española se envabian al tesoro real de España.

Esta circunstancia dio oportunidad a los viajeros para llegarse hasta México. Para conocer esa importante ciudad, capital del virreinato de nueva España, del cual era titular el virrey don Manuel jose de asanza, posteriormente conocido como duque de santa fe.

El 22 de marzo del mismo año, 1799, zarpo el buque san Ildefonso en convoy con el navío san Pedro de Alcántara y las fragatas Carmen y esmeralda, rumbo a España.

Eran los días finales de mayo, cuando el joven caraqueño llego a Madrid: de ello da cuenta esteban palacios y blanco, quien para la llegada de su sobrino a la capital española, se desempeñaba como ministro de la contaduría de hacienda en la corte, en carta enviada a su hermano Carlos a caracas.

Es la época de alternar en la vida de la corte española, valiéndose de sus tíos que contaban con buenos amigos entre los principales personajes allegados a los reyes.

Entre ellos, Manuel malló, joven americano nacido en Popayán (nueva granada) pero criado en caracas donde tenia familiares; en su casa residió por un tiempo Simón, recién llegado de América.

De esos días y su recuerdo, contaba años mas tarde el libertador Simón Bolívar un incidente ocurrido con el príncipe heredero:

El príncipe de Asturias, Fernando, me invito una tarde en Aranjuez a jugar a la raqueta y bubo un momento en que le di al príncipe un golpe con el volante en la cabeza.

Por problemas habidos en la corte con el ministro malló y la reina, estaban palacios hubo de tomar otra residencia, en tanto que el tío Pedro se preparaba para regresar a caracas, entonces se resolvió que simón iría a vivir en la casa de don Jerónimo

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