HELIA BRAVO HOLLIS
Enviado por VARIDASSA • 3 de Agosto de 2013 • 969 Palabras (4 Páginas) • 1.058 Visitas
La Dra. Helia Bravo Hollis ha sido sin duda alguna pilar de la botánica mexicana
del siglo XX. Dedicó más de 50 años de su vida académica a consolidar estudios sobre
florística y taxonomía, con particular énfasis en las cactáceas de México, por lo que se
convirtió en la especialista más reconocida para ese grupo de plantas.
Nace con el siglo XX, en la Villa de Mixcoac, Ciudad de México. El bachillerato
lo inicia en 1919 en la Escuela Nacional Preparatoria, donde sus profesores influyeron
en su etapa formativa, sobre todo Isaac Ochoterena, de quien se convierte en discípula
y ayudante durante los cursos de Biología. La influencia de Ochoterena reafirmó su
interés por la biología, y en ese periodo publica su primer trabajo sobre “Monografía de
Hydatia senta” en la Revista Mexicana de Biología en 1921. Su interés temprano por los
protozoarios la llevan a tomar cursos sobre el tema en la Universidad Nacional de México
y en Pomona College.
La carrera en Biología la inicia en 1925 en la misma Universidad. Los créditos
requeridos para la Maestría en Ciencias Biológicas los concluye en 1929, obteniendo el grado correspondiente en 1931 en la Facultad de Filosofía y Letras, con la tesis
“Contribución al conocimiento de las Cactáceas de Tehuacán”.
Entonces es invitada a trabajar en el recién creado Instituto de Biología, después
del establecimiento de la autonomía de la Universidad Nacional en 1929. Un año más
tarde se convierte en jefa de la Sección de Botánica y encargada del herbario. Su interés
por la botánica, sumado a la influencia de Ochoterena, la llevaron a continuar con
estudios florísticos, taxonómicos y de índole ecológica. “Las lemnáceas del Valle de
México” (1930), publicado en el primer número de los Anales del Instituto de Biología,
“Revisión sistemática del género Capsicum” (1934), así como estudios florísticos y
ecológicos en los Valles del Mezquital (1937) y de Actopan (1936), Hidalgo, fueron
pioneros dentro de la botánica mexicana. No obstante, durante ese mismo tiempo
profundiza en la taxonomía de las cactáceas, grupo con el cual establece una asociación
indisoluble, y como resultado publica la monografía “Las cactáceas de México” en 1937.
Entonces se retira temporalmente de las labores de investigación.
Regresa a las actividades académicas a principios de la década de 1950, primero
en el Instituto Politécnico Nacional, y después como investigadora del Instituto de Biología
de la UNAM. A partir de entonces, la maestra Bravo, como gustaba ser llamada, dedica
gran parte de su esfuerzo y empeño a estudiar la diversidad florística de las cactáceas
en el territorio mexicano, a difundir este conocimiento por medio de artículos originales,
intervenciones en congresos, conferencias y muy especialmente enseñando y transmitiendo
su conocimiento a los jóvenes interesados.
Sus publicaciones son numerosas, tanto en revistas nacionales como internacionales,
concernientes a varios aspectos en torno a cactáceas mexicanas. Propuso 57 taxa
nuevos (géneros, especies y variedades), 61 combinaciones nomenclaturales, 9
revisiones de géneros o grupos de especies y 27 aportaciones florísticas regionales. Esas
investigaciones fueron la base de su obra mayor, la segunda edición de “Las Cactáceas
de México”, la cual apareció en tres tomos, el primero
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