HERNANDO TRUJILLO
Enviado por jevo123 • 7 de Abril de 2013 • 637 Palabras (3 Páginas) • 527 Visitas
Hernando Trujillo, el sastre que trazó una marca
La firma, en liquidación, fue moldeada por un paisa trabajador, amante de la estética.
Angostura (Antioquia). 1921. El padre Marianito oficiaba misas y empezaba a ser reconocido por obras que años más tarde lo llevarían a la beatificación. En una de esas ceremonias bautizó a Hernando Trujillo, fundador de una marca de confecciones que ha hecho historia en el mundo de la moda colombiana y que está en proceso de liquidación. (Lea: Las razones del fin de la firma Hernando Trujillo).
Amante de la estética, el buen gusto y el diseño, el hijo de Carlos Antonio Trujillo y Pastora Cárdenas se trasladó desde los 11 años a Medellín a estudiar con la comunidad de los Salesianos, en donde adquirió formación técnica. Ante la poca afinidad con la tipografía, un sacerdote lo involucró en el mundo de las telas, el dedal y la aguja.
A los 17 años, pocos días antes de graduarse de la educación secundaria y con el conocimiento de la técnica, pierde a su padre y se vuelve un joven ‘jefe de hogar’, que debe sostener a su madre y a sus hermanos menores. Eso lo llevó a montar su taller en la casa.
Hacia el año 42 se abrió Confecciones Colombia, con su marca, Everfit, y Hernando Trujillo se vincula como obrero. Aprovechó la cercanía con directores técnicos y diseñadores extranjeros para aprender, mientras ellos detectaban sus habilidades. Eso lo llevó a ser asistente del director técnico.
El paso por esa compañía le proporcionó el conocimiento en temas empresariales, como complemento de la experiencia en la confección.
Cinco años más tarde, don Hernando, se casó con Oliva Palacios, también de Angostura, con quien tuvo seis hijos.
Con ella, continuó trabajando para clientes desde su taller particular mientras iba a la empresa pionera de la confección. A partir de entonces, Hernando Trujillo empezó a soñar con su empresa propia.
Con el reconocimiento que ganó en el sector, lo llamaron los hermanos Valencia, de Pereira, para apoyar el crecimiento de lo que sería Valher.
Sin cumplir todavía el sueño, en el año 58 Trujillo se trasladó a Bogotá porque los hermanos Galindo lo invitaron a trabajar para la firma Hermega.
Instalado en la capital, montó lo que el llamó ‘el chuzo’, un taller pequeño en la zona industrial de Bogotá, que administraba. Cosía por las noches y los fines de semana. Cuando tomó la decisión de independizarse, entre sus clientes estaba la cadena de comercio Sears.
Quienes lo conocen de cerca dicen que mantuvo criterios que en su vida empresarial y personal que no ha negociado: la calidad, el buen gusto, la estética y la concepción del traje como una obra de arte.
En 1968, tras acumular un inventario de prendas, montó
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