Historia de los Sistemas Eticos
Enviado por bicapo100591 • 20 de Febrero de 2014 • Tutorial • 15.604 Palabras (63 Páginas) • 196 Visitas
Historia de los Sistemas Eticos
1- PLATON
(427-347 A. de C. )
Uno de los filósofos griegos que más han influido en el pensamiento filosófico
posterior. De familia aristocrática, recibió una educación esmerada, y viajó por
innumerables sitios. Una de sus preocupaciones fundamentales fue la reforma
política y ética de sus contemporáneos. Escribió acerca de innumerables temas
con profundidad y gran estilo, en sus escritos recurre con frecuencia al diálogo.
OBRAS: -El banquete - La república - Filebo - Fedón - Timeo
LA JUSTICIA
“Por consiguiente, la virtud, según mi opinión, será una cierta salud, belleza y
bienestar del alma”.
Las matemáticas, la astronomía, la música, etc., son ciencias importantes, pero
ninguna de ellas es tan importante como la ética o ciencia de la conducta humana.
Es importante conocer las leyes que rigen el movimiento de los planetas; es
importante conocer las leyes que rigen los fenómenos físicos. Pero es mucho más
importante conocer las leyes que deben regir la conducta humana, las leyes de lo
bueno y de lo malo, de lo justo y de lo injusto.
¡Hay que ser obedientes, respetuosos moderados! ¿Por qué? Porque así nos lo
exigen nuestros padres ¿Y qué derecho tiene ellos para exigírnoslo? Porque así lo
mandan los dioses ¿Cómo explicar entonces que no siempre los dioses
recompensen a quienes obedecen sumisos, y antes por el contrario los fulminen
con toda clase de calamidades?
El hombre justo cumple con las leyes. Es cierto, ¿pero quién impone las leyes?
Los que gobiernan. ¿Y no son los que gobiernan los más fuertes, y los más fuertes
no imponen leyes para su provecho? ¿Consiste acaso la virtud en obedecer a los
más fuertes? ¿Es la virtud pobreza de espíritu, debilidad?
¿Son las virtudes convenios sociales indispensables para la buena marcha de la
sociedad? ¿Es precioso respetar a los padres porque de lo contrario se pondría en
peligro el orden social? ¿Y sería este motivo lo que constituiría en virtud el
respeto, y en vicio el comportamiento contrario? Y si así fuera, ¿no habría que
decir que no se es justo por voluntad sino por necesidad?
Todos los hombres buscan la felicidad, nadie lo niega. Unos buscan la felicidad en
las riquezas otros en el poder, otros en los placeres del cuerpo. Ahora bien, ¿es
acaso la vida justa más feliz que la vida libre de toda regla moral? ¿No prospera el
pícaro, el ambicioso, el egoísta? ¿No hace más feliz el vicio que la virtud? Esta es
la pregunta fundamental, la pregunta decisiva para el hombre. ¿Cómo
responderla? ¿Es el hombre justo más feliz que el injusto?
Para averiguar si el hombre justo es más Feliz que el injusto, Platón comienza por
estudiar la relación que existe entre justicia y felicidad en el Estado. Si existe una
relación directa entre la justicia política y la felicidad del Estado, entonces se
puede concluir que esa misma relación existe en cada individuo. El Estado es la
suma de los individuos. No es posible imaginar un Estado justo formado de
individuos injustos, ni un Estado feliz formado por individuos infelices. Por el
estudio del Estado tiene la ventaja sobre el estudio del individuo de presentar de
una manera más notoria, más aumentada, lo que se encuentra en la naturaleza de
cada individuo.
¿En qué consiste la justicia política? En que cada uno de los órdenes en que está
dividido el Estado cumpla con su función propia. El orden de los magistrado con la
función de dirigir los intereses del Estado para bien de la comunidad, el orden de
los guardianes con la función de proteger el Estado de los enemigos internos y
externos, el orden de los campesinos, operarios y mercenarios con la función de
sustentar la vida material del Estado. ¿Qué es un estado injusto?. Aquel en donde
las funciones están trastocadas, en donde quienes están capacitados por
naturaleza y educación para gobernar están dedicados al cuidado del campo, y al
contrario, quienes están capacitados por naturaleza y educación para el cuidado
del campo están dedicados a dirigir los destinos del Estado.
Una vez que se ha establecido en qué consiste la justicia política es fácil ver que
existe una relación directa entre felicidad y justicia política. ¿Puede acaso ser feliz
un Estado en donde las funciones no corresponden a la aptitud y a la educación?
¿Puede ser feliz un Estado en donde los campesinos gobiernan, los guardianes
cultivan el campo y los magistrados se encargan de la defensa interior y exterior?
La justicia significa orden, armonía, eficacia; la injusticia significa desorden,
desarmonía, ineficacia. De esta manera se establece un principio ético
supremamente importante: un Estado es tanto más feliz cuando más justo, y tanto
más infeliz cuanto más injusto.
La felicidad ideal sólo se da en el Estado ideal.
En la medida en que los Estados se aproximen al ideal, en esa medida serán
felices. Platón distingue cinco aproximaciones; hay, por tanto, cinco clases de
Estados fundamentales: el Estado aristocrático, gobernado por hombres
prudentes, honestos, desinteresados, sabios; en una palabra por filósofos. El
Estado timocrático gobernando por hombres más guerreros que filósofos,
ansiosos de triunfos y honores; el poder radica en las armas, la obediencia en el
temor. El Estado oligárquico, gobernado por hombres ignorantes, egoístas, cuyo
poder radica en el dinero, en las riquezas materiales; es un Estado dividido en
pobres y ricos, en donde imperan la miseria y el vandalismo. El Estado
democrático, gobernado por los artesanos, gente con más aptitudes para el cultivo
del campo, etc., que para dirigir los destinos del Estado; es un Estado caótico, de
luchas intestinas por el poder, en donde todos quieren mandar y nadie obedecer,
en donde la ley y el orden son remplazados por el libertinaje. Finalmente, en el
último grado de injusticia, se encuentra el Estado tiránico, donde el gobierno está,
no ya en las manos del grupo de los artesanos, sino en las manos de un solo
individuo salido de los artesanos; es un Estado de terror, de adulación, de
esclavitud. La ley está constituida por el capricho del tirano.
El estado ideal es el Estado aristocrático. Aquí reina la paz y la armonía
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