Joanne Rowling
Enviado por annajigut20 • 4 de Junio de 2013 • 2.195 Palabras (9 Páginas) • 491 Visitas
Joanne Kathleen Rowling nació el 31 de julio de 1965 en la pequeña localidad británica de Chipping Sodbury, cerca de Bristol, en el suroeste de la isla.
J. K. Rowling es la primera hija de Peter y Anne Rowling. los dos eran de Londres. Se conocieron en un tren cuando tenían dieciocho años, viajando desde la estación de King's Cross hasta la ciudad escocesa de Arbroath; su padre iba a incorporarse a la Marina Real, y su madre a la W.R.N.S. (el servicio militar en la Armada para mujeres). Se casaron poco más de un año más tarde, con diecinueve años.
Ambos tenían veinte años cuando Joanne nació. Unos dos años después, Anne dio a luz a su segunda hija llamada Dianne.
Pasados los años a Di la etiquetaron como “la bonita” y a Joanne en contrapartida sus padres decidieron que ella sería "la inteligente". A las dos les molestaban sus respectivas etiquetas. Joanne no quería parecerse tanto a una pelota de playa con pecas, y Di, que ahora es abogada, se enfadaba con razón cuando nadie se fijaba más que en su cara bonita.
Todo esto contribuyó, sin duda, a que ellas pasaran tres cuartas partes de su infancia peleando como dos gatas salvajes en la misma jaula. Aún hoy Di tiene una pequeña cicatriz justo sobre la frente, ya que Joanne en una de esas tantas peleas le lanzo una pila directamente a la cara.
Cuando Joanne tenía cuatro años la familia se traslado a Winterbourne, también en las afueras de Bristol.
Ahora vivían en una casa semiadosada con escaleras que ella y su hermana convertían en un acantilado para escenificar una y otra vez un drama en el que una de ellas quedaba "colgada" del escalón más alto, rogando a la otra que no la soltase de las manos con todo tipo de chantajes y ofertas hasta finalmente desplomarse hacia la muerte. Este juego les parecía infinitamente divertido. a los seis años ideó un conejo que tuvo el honor de ser su primer héroe en un cuento que tituló Rabbit.
El poco tiempo que no pasaban peleando, las hermanas eran las mejores amigas del mundo. Joanne le contaba muchas historias, muchas veces las historias se convertían en juegos en los que cada una tenía papeles más o menos fijos. Joanne era muy mandona a la hora de preparar estas representaciones de larga duración, pero a Di no le importaba demasiado porque solía dejarla los mejores papeles.
En Winterbourne las niñas hicieron amigos entre el vecindario; uno de ellos se llamaba Ian Potter. Aficionada a adoptar nombres extraños para los protagonistas y lugares de sus novelas, muchos años después Joanne tomó prestado ese apellido para dar vida a su famoso personaje. Cuando Jo tenía nueve años, los Rowling hicieron realidad su sueño y se mudaron a un área rural del condado de Gwent llamada Forest of Dean, núcleo de población cercano a Chepstow, donde las dos hermanas descubrieron el placer de jugar en los verdes campos británicos próximos al río Wye.
Joanne la pasó muy bien en la escuela de Winterbourne. El cual era un lugar muy distendido; ahí ella hacía cerámica, dibujába y escribía cuentos, todo lo cual se adaptaba a su carácter a la perfección. Sin embargo, sus padres siempre habían albergado el sueño de ir a vivir al campo, y alrededor de su noveno cumpleaños se trasladaron por última vez, esta vez a Tutshill, un pueblecito muy cercano a Chepstow, en Gales.
La mudanza coincidió casi exactamente con la muerte de su abuela, Kathleen, cuya inicial adopto más adelante. Sin duda, esta pérdida, la primera de su vida, influyó en su percepción de la nueva escuela, que no le gustó en absoluto. “Nos pasábamos el día sentados en pupitres mirando a la pizarra´”. Menciono Joanne.
Tuvo varios problemas en la nueva escuela y que acabaron por convertirse en un tormento para ella, quien recordaría durante años a su odiada profesora Mrs. Morgan, hasta el punto de trasladarla a sus novelas y hacer que encarnara a uno de sus malévolos personajes.
La pecosa, estudiosa y bastante insegura «gafotas» Joanne, según su propia definición, creció y dejó la escuela primaria de Tutshill para entrar en la de Wyedean, donde empezó a interesarse por los idiomas. Alumna aplicada, pronto destacó también por su afición a contar historias a un reducido círculo de amigos, quienes escuchaban con atención la narración de largos relatos en los tiempos del recreo. Durante su adolescencia escribió mucho, pero, con la excepción de algunos divertidos cuentos, nunca se atrevió a mostrar sus manuscritos a nadie.
En Wyedean conoció a Sean Harris, a quien está dedicado "La cámara secreta" y a quien pertenecía el Ford Anglia original. Sean fue el primero de sus amigos con carné de conducir, y su coche de colores turquesa y blanco era sinónimo de LIBERTAD, de dejarle de pedir a su padre que la llevase a todas partes, que es lo peor de todo cuando eres una adolescente y vives en el campo. Algunos de sus recuerdos más felices de la adolescencia están relacionados con el coche de Sean viajando entre la oscuridad. Fue la primera persona con la que habló en serio de su ambición de ser escritora, y también fue el primero que no dudó de que ella tendría éxito. Su opinión fue mucho más importante para ella de lo que en aquel entonces le confesó.
El peor momento de su adolescencia fue cuando su madre cayó enferma. Cuando ella tenía quince años le diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad del sistema nervioso central. Aunque la mayoría de los pacientes de esclerosis múltiple experimentan periodos de remisión, en los que la enfermedad deja de avanzar momentáneamente, o incluso mejora, su madre no tuvo esa suerte; desde el momento del diagnóstico fue empeorando de forma lenta pero irremisible. fue un impacto terrible para ella saber que su enfermedad era incurable, pero, incluso entonces, no era consciente de todo lo que esto podría implicar.
Una vez graduada en Wyedean, Joanne K. Rowling se matriculó en la Universidad de Exeter, donde, siguiendo el consejo paterno, estudió francés con el propósito de encontrar después un buen trabajo como secretaria bilingüe. Con los títulos de lengua y literatura francesas todavía relucientes, se trasladó a la sede de Amnistía Internacional en Londres para realizar un trabajo de investigación sobre las violaciones a los derechos humanos en el África francófona.
Tras este breve período de formación empezó a trabajar como secretaria, pero pronto descubrió que el orden y la rutina no iban con ella.
Varias experiencias frustrantes en diferentes empresas, unidas a la triste desaparición de su madre, enferma de esclerosis múltiple, la llevaron a dejarlo todo
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