Joshep Mallord William Turner
Enviado por hippie21_01 • 9 de Octubre de 2013 • 2.420 Palabras (10 Páginas) • 518 Visitas
JOSEPH MALLORD WILLIAM TURNER
La popular confusión entre genialidad y locura es más patente que nunca en la biografía de Joseph Mallord William Turner (1775-1851). Pintor académico en sus principios, Turner fue lenta pero imparablemente evolucionando hacia un estilo libre, atmosférico , en ocasiones esbozando incluso la abstracción, que fue incomprendido y rechazado por unos críticos que llevaban décadas admirándolo. El aparente caos que llenaba las últimas obras de Turner fue atacado por considerarse la obra de un demente. Se dice que la mismísima Reina Victoria se negó a concederle la orden de caballero -honor otorgado a muchos pintores de menor categoría- porque consideraba que Turner estaba sencillamente loco.
En cierto sentido, era bastante sencillo atribuir a Turner la etiqueta de demente, considerando su antecedente materno: su madre había pasado los últimos 4 años de su vida en un manicomio. El propio pintor alimentaba estas leyendas en sus últimos años, llevando una doble vida en el barrio de Chelsea, con una mujer llamada Sophia Boot, haciéndose pasar por un almirante retirado. Pero en realidad, este "caos demencial" presente en las pinturas de Turner responde a una compleja evolución artística en la que el pintor se adelanta varias décadas a cualquier otro artista de su generación. Por tanto, la incomprensión a la que Turner se vio sometido no es sorprendente.
Se cuenta que, durante una exposición, un pedazo de cielo de una obra de Turner cayó al suelo, a lo que el propio pintor quitó importancia argumentando que " lo único que importa es dar una impresión ". Es lógico pensar la sorpresa que causaría esta idea en la seria y pétrea Academia. También cuenta el escritor John Ruskin -íntimo amigo de William Turner- que un crítico recriminó a Turner que éste no pintara los ojos de buey de unos barcos en una de sus pinturas. Turner explicó al crítico que, en el momento en el que él había pintado el cuadro, los barcos se encontraban a contraluz y, por tanto, los ojos de buey no eran visibles. Contrariado, el crítico argumentó: " de acuerdo, pero sabe usted bien que los barcos tienen ojos de buey" . Entonces Turner respondió: " Sí, pero yo me dedico a pintar lo que veo, no lo que sé" . En efecto, la visión directa de los objetos y de los fenómenos atmosféricos tenía una importancia pivotal en la creación de sus pinturas. Pero -como el propio Ruskin apunta al hablar de la estética Modern Painters - esta visión directa derivaba más hacia la impresión que los objetos o fenómenos causaban en la mente del pintor que en una representación exacta de lo observado. En este sentido, no es de extrañar que las pinturas de Turner causaran tan honda admiración entre los pintores impresionistas como Claude Monet o Alfred Sisley, varias décadas después.
PRIMEROS AÑOS - DE LA ACADEMIA A CARTAGO
Pintor precoz y alumno brillante, Joseph Mallord William Turner inició sus estudios en la Royal Academy de Londres, recibiendo clases de artistas como Sir Josuah Reynolds o Paul Sandby. Desde el principio, sus pinturas y acuarelas son admiradas y reciben magníficas críticas. Por ello, Turner pronto se encuentra en una envidiable situación económica, lo que le permite realizar numerosos viajes por Inglaterra y Gales, tomando bocetos de lugares y monumentos, y pronto visitaría Francia y Suiza, al tiempo que aumentaba su universo pictórico observando las obras de grandes maestros como Rembrandt, Albert Cuyp, y sobre todo Claudio de Lorena. La huella de éste último es fácilmente identificable en obras de Turner de este periodo como sus escenas de " Las plagas de Egipto" (1800) y el posterior " Sol naciente entre la niebla" (1807, National Gallery de Londres)
Cierta tarde, Turner se encontraba en la casa de su mecenas Walter Fawkes en Farnley Hall, Yorkshire, cuando una súbita tormenta interrumpió la jornada. Rápidamente, Turner comenzó a realizar bocetos de nubes y lluvia, y le comunicó a Fawkes: " En dos años verás estos bocetos transformados en una pintura llamada Aníbal cruzando los Alpes" . Y efectivamente, en 1812, Turner presentó en la Royal Academy su cuadro más ambicioso hasta la fecha, el épico " Aníbal cruzando los Alpes" (1812, Londres, Tate Gallery)
El éxito de esta pintura en la exposición de la Royal Academy llevó a Turner a pintar otras escenas históricas de temática similar, como el " Dido construye Cartago" (1815, Londres, National Gallery) o " El declive del imperio cartaginés" (1817, Londres, Tate Gallery)
UN BRITÁNICO EN ROMA
La fama de Turner no cesaba de crecer. " Turner debería venir a Roma. Su genio encontraría aquí material nuevo y apropiado" , escribiría desde la capital italiana sir Thomas Lawrence en 1819. Dicho y hecho: en agosto de ese mismo año, Turner llegaba a tierras trasalpinas.
La mente abierta y perceptiva de Turner encontraría en Italia un nuevo mundo de colores, luces y atmósferas, que trasladaría al lienzo a su vuelta. Visita Turín, Milán, Venecia, Nápoles. y estudia las obras de grandes maestros como Tiziano, Tintoretto o Rafael. También establece contacto con artistas contemporáneos como Antonio Canova.
Turner regresó a Inglaterra en febrero de 1820. Las imágenes y recuerdos de Italia marcarían su producción pictórica de años los siguientes, como se puede ver en obras como " El Foro romano" (1826, Londres, Tate Gallery) o el personal homenaje a Rafael en " Roma, desde el Vaticano, Rafael con Fornarina prepara los cuadros para la decoración de las logias" , pintado el mismo año de su regreso a Inglaterra (Londres, Tate Gallery)
LA MADUREZ - ULÍSES MOFÁNDOSE DE POLIFEMO
Turner volvió a viajar a Italia en 1828, realizando numerosos bocetos al aire libre, que tendrían su reflejo en un cuadro sensacional pintado a su regreso a Inglaterra al año siguiente: el Ulises mofándose de Polifemo - odisea de Homero (1829, Londres, Tate Gallery) fue descrito por Ruskin como "el cuadro central de la carrera de Turner", y -en cierto modo- la descripción puede resultar muy válida. En efecto, en el " Ulises" , el tema mitológico (según Homero, Ulises derrotó al Polifemo -un cíclope- arrancándole su único ojo gigante con un palo ardiente) resulta ser poco más que una excusa para representar la grandiosidad de la fuerza de la naturaleza. El cuadro sorprende por sus brillantes colores, y recibió críticas desiguales en la exposición de la Royal Academy de 1829.
Durante la década de 1830, el estilo de Turner se fue haciendo cada vez más libre, con el uso de una paleta predominantemente clara. La culminación de todo este proceso es el sublime " Norham Castle: amanecer"
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