LA PENA DE PRIVACION DE LIBERTAD

LA PENA DE PRIVACION DE LIBERTAD

La privación de libertad personal nació con carácter de pena, es decir, castigo, hace tan solo trescientos años. Desde mediados del siglo XVI a fines del XVIII, el encierro no existía dentro del catálogo de penas. Surgió como tal, recién a partir de la transformación del modelo de producción feudal que imperaba en ese entonces.

Hasta que se produjo este cambio, la privación de libertad ambulatoria era utilizada sólo con el fin de mantener a buen resguardo a quienes se encontraban acusados de haber cometido delitos y se prolongaba hasta el momento en que se los juzgaba y sentenciaba a una pena. El poder de castigar y en consecuencia administrar la libertad, ha sido otorgado, cedido por los destinatarios de la ley penal al Estado, único titular del poder represivo. La pena de encierro, de privación de libertad pasó a constituirse en el principal castigo. Su justificación residió en la transgresión por parte del delincuente de aquello que previamente había pactado socialmente con la autoridad: la renuncia a ciertas libertades. Nació así el encierro en la penitenciaría, lugar donde las masas ociosas que delinquían eran educadas, disciplinadas mediante el trabajo mas duro y obligatorio. El ingreso al sistema capitalista de producción, donde la sociedad actúa como productora de mercancías, implicó asignarle a la libertad un valor económico: la fuerza del trabajo humano medida en el tiempo. De una Política Criminal basada en la aniquilación, se pasó a otra que se fundaba y legitimaba en la reinserción de quien se apartó del pacto social. La cárcel, como pena, se propone que el transgresor compense el daño causado pagando con su propio tiempo asalariado y, asimismo, a través de la ejecución, preponderantemente disciplinaria, aspira a reintegrarlo a la sociedad como un sujeto dócil. En general, el catálogo de sanciones privativas de libertad estableció cuatro supuestos: presidio, penitenciaria, prisión y arresto.

El presidio estaba previsto para los delincuentes considerados incorregibles.

Penitenciaria: la privación de libertad también era acompañada del trabajo obligatorio, pero sin cadenas y en tareas menos severas que en el caso del presidio.

IV. RÉGIMEN EN NUESTRO PAÍS

La pluralidad de penas privativas de libertad se limitó a dos: la reclusión y la prisión. La reclusión es más severa y se identifica, teórica y prácticamente, con la pena de presidio. La prisión, en cambio, no registra contenidos infamantes.

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