LUIS FELIPE VÁSQUEZ NARVÁEZ

Luis Felip Vásquez Narváez, el Sancho Panza tulcaneño

La formación intelectual de Luis Felipe Vásquez Narváez (1958) está alimentada por dos grandes vertientes. La primera es el resultado de su paso por diferentes ambientes académicos: talleres narrativos, simposios de arte, seminarios culturales, congresos americanistas y, sobre todo, estudios –inconclusos- en la Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). La segunda vertiente que alimenta su formación intelectual proviene de las experiencias adquiridas en múltiples trabajos sociales y culturales desarrollados en diferentes comunidades: desde asistente de campo hasta coordinador de trabajos investigativos en Cotopaxi bajo la dirección de PROANDES UNICEF, pasando por Jefe de Cultura del Municipio de Tulcán, investigador de archivos y bibliotecas en el Centro de Investigación para el Desarrollo Social, y promotor de desarrollo social en el Instituto de Diseño y Comunicación Social y en el Centro de Estudios y Capacitación del Campesinado del Azuay.

Su vida es, entonces, una amalgama de conocimientos académicos con experiencias sociales. Esto, sumado a su disciplinada vocación autodidacta, le ha permitido escribir varias obras, algunas de ellas como coautor: Tradición oral del cantón Tulcán, Tulcán: pasión por la palabra, Historia de la comuna la Esperanza, Historias de los mayores dibujadas por los niños, Palabras y colores carisucios y Acercamiento al Indígena de frontera para el caso Nariño y Putumayo (inédita). Además, le ha permitido alcanzar reconocimientos significativos como la Estatuilla de la Asamblea Nacional Constituyente en el 2008, Mención de Honor de la Universidad Tecnológica América UNITA y la Medalla del Sol Pasto del Gobierno Municipal de Tulcán.

En sus libros el lector encontrará una amplia gama de temáticas: desde lo político hasta lo religioso, desde lo artístico hasta lo histórico, desde lo mitológico hasta lo sexual, desde lo aristocrático hasta lo plebeyo, desde lo filosófico hasta lo trivial. Pero, sin lugar a dudas, esa policromía temática encuentra su sentido de unidad en el tono mordaz que el autor le imprime a su prosa y en la mirada crítica desde la cual aborda cada uno de los asuntos.

Irónicas Desilusiones es un libro sin pretensiones academicistas. Su objetivo no es ilustrar al lector ni presentarle con rigor enciclopédico un conocimiento. Al contrario, esta obra pretende dar un giro en la cosmovisión del lector, cuestionar sus concepciones, mostrarle que hay otras posibilidades de entender la realidad. Quien se adentre en sus páginas debe estar preparado para una lectura exigente que como recompensa sacudirá sus entrañas.

...