La Leyenda
Enviado por FrankPatience • 28 de Octubre de 2013 • 1.633 Palabras (7 Páginas) • 311 Visitas
El Oriflama: Ensayo sobre una leyenda de la zona del Maule
Ensayos de Mar, apoderados Colegio Constitución
Written by Iñigo Rioseco
Tuesday, 22 January 2008 18:13
A los interesantes mitos y leyendas que encontramos en el libro Chile, País Oceánico es valido adjuntar un apasionante texto que encontramos en las páginas de Internet, se trata de la leyenda del Oriflama. Que tiene origen en un hermoso bergantín que naufragó en las costas de nuestra región entre en Río Maule y el Mataquito en tiempos de la colonia y sobre el que se ha tejido una fábula interesantísima. La imaginaria marítima ha trasladado desde Constitución a Valparaíso esta historia y es así como en el sitio Web de la Ilustre municipalidad del puerto aparece este escalofriante relato.
Interesante resulta analizar la modificación de la realidad de lo acontecido en el lejano 1770, al mito nacido de la imaginación de los hombres de mar, ya que hoy tenemos información tangible que confirma el destino de este navío español, el lugar de su naufragio y la localización de una parte importante de su cargamento que hoy esta ubicada en la playa de la desembocadura del río Huenchullami, al norte de Constitución.
La leyenda cuenta lo siguiente
Caían las primeras sombras del 23 de Junio de 1770 cuando en las cercanías del puerto de Valparaíso, fue divisado el bizarro velero español Oriflama, que había zarpado a principios del mismo año, desde el puerto de Cádiz.
Sucedió que, a poco de navegar, una misteriosa epidemia provocó una horrenda mortandad entre la tripulación, la que se acentuó pronto con una escasez de alimentos que produjo una desesperada hambruna. El Capitán del velero Gallardo, ordenó disparar una salva de cañonazos en homenaje a su amigo, el Capitán del Oriflama, sin embargo desde esta, nadie respondió el saludo. El Capitán Ezpeleta ordenó alcanzar al silencioso velero, presintiendo que algo grave ocurría a bordo, pero la noche impidió su empeño. Tan solo al otro día un bote, perteneciente al Gallardo, logró abordar al Oriflama... El espectáculo era sobrecogedor, aterrante, macabro; 149 pasajeros y tripulantes yacían muertos diseminados entre los 106 sobrevivientes, casi todos moribundos.
Los marineros del Gallardo no lograron imponerse sobre los verdaderos motivos que produjeron tales efectos, porque los que aún daban señales de vida no podían hablar, ni siquiera moverse. Cuando volvieron al Gallardo, contaron las verdaderas razones del silencioso recibimiento por parte de la Oriflama y porqué la nave mantenía solamente una vela izada. El Capitán ordenó el rápido transporte de víveres y medicamentos. Cuando la orden comenzaba a cumplirse y los botes estaban prestos a ser descolgados, un violento temporal comenzó a desencadenarse en la bahía y las naves hermanas empezaron a separarse cada vez más. Todo el día el temporal se ensañó con el Oriflama y el mar tempestuoso lo convirtió en un frágil juguete de las olas.
Las primeras sombras de la tarde mostraron de él tan solo un destartalado velero a punto de zozobrar que apenas mostraba su arboladura en lontananza.
Pronto sobrevino la noche, una noche de aguaceros y vientos furibundos. Las jarcias y los mástiles rumoreaban una oración extraña y sobrecogedora. La tripulación del Gallardo pensaba que el Oriflama estaba irremediablemente perdido, que a esa hora sus escasos tripulantes y pasajeros habrían expirado debido al viento frío y al aguacero.
De pronto, sucedió un alucinante acontecimiento: el velamen del Oriflama comenzó misteriosamente a ser izado y rápidamente el viento inflamó sus velas. Tanto y tanto se hincharon que en un breve lapso la Nave de los Agonizantes zarpó con rumbo desconocido.
El Oriflama encendió toda sus luces y, así engalanada, con sus mástiles y palo mayor iluminados, se alejó velozmente noche adentro.
El Capitán Ezpeleta, aferrado al barandal de proa, no podía convencerse de que cuanto estaba sucediendo era realidad...
Así fue como el hermoso velero gaditano: El Oriflama, ingresaba al misterioso círculo de los barcos fantasmas que de tiempo en tiempo aparecen a los marinos que surcan nuestro litoral.
El Oriflama frecuenta los puertos nacionales mostrando sus velas hinchadas, plenamente iluminado y con su macabro cargamento de 300 tripulantes y pasajeros muertos. Esta es la historia del bergantín fantasma llamado también Nave de los agonizantes
Naufragio y Descubrimiento del Navío español "Oriflama" frente a las Costas de Constitución
Los mares que bañan las costas de Chile ocultan la historia de un naufragio perdido con grandes tesoros abordo. El hombre encargado de reconstruir la fantástica historia de este barco hundido en 1770 fue el historiador Mario Gisande, miembro de la Academia de Historia Naval y Marítima de Chile, quien lleva 15 años investigando los episodios ocurridos en nuestras aguas territoriales.
Atraído por el magnetismo del mar y las bibliotecas, se aventuró en la frenética búsqueda de uno de los diez barcos más buscados por la corona española, pero jamás encontrado: el Oriflama.
Hoy, todas las pistas indican que los restos del navío reposan diseminados en el mar, entre la desembocadura
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