La Vida de Perrine

La pequeña Perrine llega a París junto a su madre, la cual llega muy enferma, a bordo de un carro tirado por un burro llamado Palikaro.

Gracias a las indicaciones de un joven payaso, llegan al terreno de Grano de Sal, llamado campo Guillot.

Al llegar, Perrine busca un doctor para que atienda a su madre, vende el carro con todo lo que tiene a Grano de Sal por 17 francos y medio y vende el burro a la señora Rouquerie por 30 francos.

A pesar de los cuidados que la niña se esfuerza por dar a su madre, esta muere, dejándola sola en el mundo. Al funeral asisten Grano de Sal, una mujer llamada la Marquesa y el zapatero, llamado tío Carpa, que vivían en la casa de Grano de Sal.

A partir de ahí, la niña parte de Paris a pie con rumbo a Maraucourt, donde vivía la familia de su padre.

Durante el camino, la niña hace una parada en un pueblo y entra a comprar un trozo de pan a una panadería, donde es acusada falsamente de ser una ladrona por la panadera del lugar.

Perrine, sin dinero y caminando bajo un sol abrumador, se siente hambrienta, cansada y sedienta. Por suerte al entrar a un bosque encuentra una choza en la cual duerme, mientras afuera se deja caer una tormenta. A la mañana siguiente aprovecha el agua que se apozó fuera y se lava y peina.

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