Mapa Mental

“Lo que una oruga interpreta como el fin del mundo, es lo que su dueño denomina mariposa”

Hoy los zapatos están lustrados y los uniformes lucen impecables. Ellos con sus cabellos bien peinados y Ellas con sus rostros relucientes. El día pinta estar cargado de emociones y cada emoción está autorizada para liberarse; unos lloran, otros ríen y otros recuerdan… recuerdan el primer día en la guarde, a ese chiquillo aferrado a las piernas de papá o mamá, temeroso por conocer un mundo lejos de ellos.

Luego llegaron los primeros días en la escuela, titubeando para aprender a leer, con la mirada baja y los cachetes colorados.

Más tarde vino el colegio, cargado de muchas más ilusiones y descubriendo apenas la adolescencia. Los niños ya no son tan niños, su voz se torna más ronca y sus espaldas más anchas, las niñas con sus cambios de humor repentinos y sus ansias por parecer mayores. Es ahora cuando todo esto se convierte en recuerdos, que al traerlos a la mente, dan cuenta de lo mucho que hemos cambiado y aprendido de las experiencias.

Hoy es un día de nostalgia, pero lo más importante es que es opacado por la alegría. Un día en que termina una etapa, pero eso sí, empieza una GRAN etapa.

Por supuesto, no hay que dejar a un lado los agradecimientos a los padres porque sin ellos no seríamos lo que ahora somos. Gracias a esos padres que con tanto sacrificio lucharon para levantarnos cada mañana, darnos o a veces hasta obligarnos a comer y llevarnos a la guardería para luego empezar su labor como excelentes trabajadores, dando lo mejor de sí para que nunca nos faltara nada.

Y como olvidar a los profesores; el cansón, el serio, las exigentes, el relajado, la hippie, el revolucionario, la Führer y el chiquito gracioso; en fin…, a aquellos que nos enseñaron a ver el mundo de diferentes maneras, y nos mostraron el mejor camino. Esos de los que aprendimos que el agua moja, que el fuego quema y que 2 + 2 no puede ser nada más ni nada menos que 4.

A nuestros amigos y compañeros! Los cómplices de travesuras y aventuras que no volverán a repetirse, por lo menos durante mucho tiempo; gracias a ellos que NO nos enseñaron a ver el mundo, sino a VIVIRLO!

La vida es como un viaje por tren, repleto de embarques y desembarques; sorpresas agradables en algunos y profundas tristezas en otros. Ésta, es una estación más en este viaje, todos tomaran rutas distintas persiguiendo sus sueños e ilusiones. Separarnos de algunas personas puede ser difícil y quizás doloroso, pero quedará en nosotros la esperanza de que algún día llegaremos a la estación principal y tendremos la emoción de vernos unos a otros, llegar con un equipaje que no teníamos cuando embarcamos este tren.

Sea cual sea el camino que cada uno tome, miles de bendiciones para todos y mucha suerte; la sociedad nos espera y nos impone un reto: ser ciudadanos de bien.

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